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 domingo, 24 de julio de 2005  
Precisión suiza con estilo italiano
Lugano, una encantadora ciudad a la vera del lago Ceresio, al sur de los Alpes

Aurelio Alvarez

Verano en la Suiza italiana. Estamos en el cantón Ticino, más precisamente en Lugano, al sur de los Alpes y con ramalazos de clima mediterráneo. Para muchos, ésta es la Río de Janeiro europea, pero en la ribera del lago Ceresio. Este magnífico espejo de agua se ve rodeado por montes como el Bré y el San Salvador, que pasarán de un verde "en estado puro" a un dorado hacia el otoño. Pero dijimos que reina el estío y las lanchas se pasean a lo largo del lago azul, bajo un tiempo soleado.

En estas tierras ganadas por Suiza en detrimento de Italia cuando apenas comenzaba el siglo XVI, se disfrutan -en los inicios del XXI- eventos musicales al aire libre como en pocos sitios del planeta. Aunque alguna borrasca obligue a posponer de un día para otro ciertos conciertos. Aquí predomina como lengua oficial el italiano. Sin embargo, a tono con la Confederación, también se habla francés y alemán.

Como actividades principales los visitantes de Lugano tienen programados entretenidos paseos por la montaña, con vistas a fantásticos valles que recuerdan paisajes del hemisferio sur.

Excursiones por los senderos marcados en los montes San Salvatore y Bré, a los que se suman el Tamaro, Generoso, Lema, ofertan unos 400 kilómetros de recorrido. También se pueden vivir apacibles tardes navegando en el Ceresio o recorriendo museos, como el Cantonal de Arte, de Arte Moderno, de Bellas Artes, la Pinacoteca Villa Favorita o el Museo Doganale. Y no nos olvidamos de la música en todas sus expresiones.

Los amantes del deporte pueden optar entre el golf, equitación, tenis, natación en el lago, windsurf y mountain bike. Cocina y arquitectura agregan encanto en el descubrimiento de esta ciudad de 30 mil almas y tercer centro financiero suizo. En todo se despliega el inconfundible estilo italiano, al que se agrega el ritmo suizo, puntual y preciso.


En funicular
"Es un sitio encantado con callecitas con escaleras, casas asaltadas por el color, arbolitos, faroles blancos y ese enorme lago azul, con montañas verdes alrededor... ¡Impresionante!", es la descripción de una joven que se ha hecho una escapada desde Milán.

Precisamente, para aprovechar al máximo una estancia de pocas horas, es aconsejable subirse al trencito turístico que recorre toda la villa. En la base del monte San Salvador espera un funicular que por 20 CHF (francos suizos) conduce a la cima y desde allí puede contemplarse un entorno inolvidable, que llega hasta la misma Milán como telón de fondo.

Particular atractivo constituye encontrar a los luganeses bebiendo un aperitivo en los bares sembrados en las plazas, al atardecer, bajo la cubierta de un castaño o en una pérgola.

Para comer no hay más que reservar una mesa en un "grotto" -típico restaurante- para paladear los platos y vinos locales a precios razonables para lo que es Suiza. De las manos de los chefs ticineses nacen sabrosos y refinados platos, como los cuori de carciofo (corazones de alcachofa), los pomodori confits alla vinaigrette (tomates confitados a la vinagreta) aromatizados con hierbas, o también el salmón "marinato" (en escabeche con algas wasabi. Muchos establecimientos gastronómicos abren exclusivamente en esta época del año.

En cuestiones "dulces", vale recordar la elaboración famosa de diversos tipos de chocolate, verdadero signo distintivo de Suiza, como el soufflé de chocolate fondant con crema de chocolate blanco y negro. Sin comentarios. El 1º de agosto se celebra la Fiesta Nacional Suiza. En Lugano, llegada la noche, la cita es en el golfo para observar el gran espectáculo pirotécnico que lo festeja por todo lo alto cada año. Y del 18 al 20 del mismo mes, este año, se anuncia el Festival de Música Irlandesa, la tradición celta volcada en tierras suizas.

Lo dicho: Lugano, una postal que llega a la retina con precisión suiza al estilo italiano.
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Con los Alpes de fondo, Lugano merece el título de la Río de Janeiro europea. Desde las alturas se puede ver hasta Milán.

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