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 domingo, 24 de julio de 2005  
[Muestras] - Un patrimonio en crecimiento
El Macro, de colección
Una obra de Gyula Kosice, recientemente donada por el artista, protagonizó el último evento en el museo: "Fiesta totémica"

Nancy Rojas

Junto con la extraordinaria muestra que curó el historiador rosarino Pablo Montini, titulada Julio Macro, el 7 de julio pasado el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario inauguró "Incorporaciones recientes-Primer Módulo". Exhibición de una selección de obras recientemente ingresadas en la colección de este museo que, a 8 meses de su inauguración, continúa ampliando su patrimonio gracias al aporte de los miembros fundadores y a la Fundación Museo Castagnino.

La exposición fue montada en los pisos 4º y 6º del edificio. Reúne piezas de once artistas, entre los cuáles se hallan: Eugenia Calvo, Silvia Gurfein, Mauro Guzmán, Rodolfo Perassi, Felipe Pino, Martín Reyna, Lila Siegrist, la dupla Dolores Zinny-Juan Maidagan, Carmelo Arden Quin y Gyula Kosic. Hoy en día, la colección de esta institución artística juega un papel fundamental en la formación de la mirada local hacia el arte actual. Se ha convertido, además, en una herramienta de investigación valiosa al establecer núcleos de proyección óptimos para la visualización de diversos ejes visuales, temáticos e históricos de análisis del arte contemporáneo.

En efecto, para el museo, ampliar la colección ha resultado ser una de las apuestas más importantes y productivas a futuro. Dicha tarea ha conducido al equipo de trabajo a una revisión del patrimonio, llevando a considerar la necesidad de incorporar obras de artistas clave de la historia del arte argentino que no figuraban en la primera etapa de este proyecto.

Las incorporaciones de Carmelo Arden Quin y Gyula Kosice adquieren un gran sentido desde esta perspectiva. Las piezas que han donado son decisivas para esta muestra, porque ponen a foco otro avance más en el campo de este repertorio de arte argentino contemporáneo, hoy el más importante del país.


COLOR MÓVIL
Gyula Kosice nació en Hungría en 1924. Se nacionalizó en Argentina y desarrolló su producción como escultor, teórico y poeta. Este artista donó tres obras a la colección MAcro/Castagnino. Una de ellas, "Tríada", protagonizó la "Fiesta totémica" que organizó el Macro el 15 de julio pasado, con la presencia del colectivo de DJ Planeta X.

"Tríada" (1960) forma parte del grupo de obras lumínicas del autor, realizadas con color móvil: luz-color-movilidad son los tres elementos que la definen. Se trata de una conjunción que el artista desarrolla de manera inédita a lo largo de su recorrido, caracterizado por búsquedas como "lograr la participación del transeúnte anónimo".

Desde su taller en Buenos Aires, señala: "El arte no es una superestructura ideológica. El arte, desde mi punto de vista, es la moneda de lo absoluto. Porque si le sacas o le agregas algo a una forma, a un color, a un objeto, a una escultura, lo malogras. La creación es totalizadora".

Kosice es una referencia fundamental para visualizar el itinerario del arte argentino. Fue cofundador de la Revista Arturo, en 1944, y de la Asociación Arte Concreto-Invención en 1945. En 1946, con Carmelo Arden Quin, creó el Movimiento de Arte Madí. Tendencia que, en una búsqueda de dinamismo, proponía la invención del marco recortado, planteando estructuras tendientes a abolir los límites entre pintura y escultura.

Refiriéndose a este momento de producción en el marco de esta propuesta histórica de vanguardia, explica: "Nosotros veníamos del constructivismo ruso, de la Bauhaus, Van Doesburg, Mondrian, Kandinsky, El Lissitsky y Moholy Nagy, entre otros. Tomamos muchos referentes, pero los separamos y apartamos para crear un estilo definido en si mismo".

Así de detalla la utilización "en primer lugar el gas neón, que no se había usado en el mundo anteriormente; la luz móvil y después el agua. Material que luego no usó casi nadie, sólo los continuadores míos. Quiere decir que hubo aportaciones mucho más allá de Madí, que superan las primeras pautas que teníamos al comenzar la década del 40".

Hoy es considerado el precursor de la escultura hidráulica, ya que a partir de 1949 tomó al agua como elemento esencial de gran parte de sus obras. Nunca se apartó del arte de la no representación, pues apeló siempre a un arte constructivo que hoy acarrea marcas diferenciales.

Recientemente ha transformado su taller en un museo que recorre su obra desde la década del 40 hasta la actualidad. Con solo transitarlo, es posible ver que esos distintos períodos de trabajo constituyen las partes de una gran proyección. Diversas piezas objetuales, relieves, instalaciones, proyectos, fotos, textos y registros de obras monumentales instaladas en distintas zonas del mundo dan cuenta de un proceso donde se registra el diálogo de un artista de ahora con su propia historia de producción y con el presente.

Poesía y diversos grados de formalismos se conjugan en una interesante puesta en escena generando climas donde lo que se percibe a pleno es cierto ímpetu por crear ecos de futuro.

Convencido de ser absolutamente inevitable para el arte contemporáneo, declara que su cuerpo de referencias no sólo lo constituye la vanguardia. "Tengo una gran admiración por Leonardo Da Vinci. Copiaba sus dibujos, sobre todo, aquellos que estaban más relacionados con la aviación o con los proyectos hidráulicos. Y además, desde muy chico comencé a leer algunos libros que me impresionaron a posteriori, como «De la tierra a la luna», de Julio Verne. Entonces, a partir de estas referencias pienso que el artista verdadero, el auténtico por supuesto, siempre tiene que hacerse evidente", advierte.

Para Kosice, el arte contemporáneo sigue anhelando la vanguardia por la sola razón de que insistir en la vanguardia es una necesidad casi biológica. "Creo en una tríada: arte-ciencia-tecnología, y a partir de todo esto sostengo que el mundo a mi no me necesita pero para el arte contemporáneo soy inevitable. Así que a la hora de referirme al arte, no hablo de los mediáticos ni de los artistas que creen que el espectáculo invade más que el pensamiento y la obra de arte, sino acerca de mi interés pleno en la parte constructiva, que es la que más me ha movilizado. De hecho, en la revista Arturo ya señalaba: ninguna representación, ninguna expresión y negación de toda melancolía".

Nancy Rojas es coordinadora del Departamento

de Investigación del Macro.
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Va por más. El Macro, ubicado en los ex silos Davis, sumó obras de once artistas plásticos.

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