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domingo,
24 de
julio de
2005 |
Terror en Londres. El joven, de 27 años, fue confundido con un terrorista
La policía inglesa mató a un brasileño inocente
Londres/Brasilia. - El ciudadano brasileño al que agentes de la policía mataron el viernes en una estación del metro londinense no tenía relación alguna con los atentados frustrados del jueves en la capital británica, admitió Scotland Yard en Londres.
"Perder la vida en esas circunstancias es una tragedia que la policía de Londres lamenta", dijo su portavoz. El nombre de la víctima es Jean Charles de Menezes, y tenía 27 años, indicó la policía, que anunció una investigación interna del hecho.
Por su parte, el gobierno brasileño se declaró "impactado y perplejo" por esta muerte, y adelantó que exigirá explicaciones a las autoridades británicas sobre el caso. El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, que viajaba anoche a Londres para participar en una reunión sobre la reorganización de las Naciones Unidas, pidió al embajador brasileño en aquella ciudad que gestione una audiencia con el canciller británico, Jack Straw, para obtener aclaraciones sobre el incidente.
Menezes, nativo del estado brasileño de Minas Gerais, estaba en Londres hacía por lo menos cuatro años, en situación legal, hablaba con solvencia inglés y trabajaba como electricista. De acuerdo con su primo Alex Alves Pereira, quien hizo el reconocimiento del cadáver, todo se debió a un malentendido causado por una persona que, después de seguir a Jean Charles dentro de la estación, decidió denunciarlo a la policía como sospechoso.
En declaraciones hechas al canal de noticias brasileño GloboNews, Pereira dijo que su primo no tenía ningún motivo para huir de la policía porque su situación en Gran Bretaña era perfectamente legal. El joven brasileño está gestionando la liberación del cadáver de Jean Charles para que pueda ser enviado a Brasil, donde será enterrado.
El viernes, el jefe de Scotland Yard, Ian Blair, había dicho que existía una "relación directa" entre el hombre abatido y los atentados fallidos del jueves en tres estaciones de metro y un autobús. De acuerdo a declaraciones de testigos, un policía de civil le disparó al hombre de aspecto asiático en la estación de Stockwell cinco veces en la cabeza. Previamente, no había respondido a las órdenes de los agentes de quedarse quieto y había intentado saltar a un vagón del metro.
Según se informó, salió de una casa cercana que los agentes vigilaban en relación con los frustrados ataques. El hombre entonces subió a un autobús con el que se desplazó hasta la estación de metro y fue seguido. Allí fue donde los policías le dieron el alto, pero, según testigos, intentó salir corriendo.
Entretanto, investigadores descubrieron un paquete sospechoso, que podría tener relación con los recientes atentados, al noroeste de Londres. La zona fue cercada. De acuerdo con las primeras investigaciones de los expertos, podría tener vinculación con las artefactos sin detonar del jueves, según Scotland Yard.
Por su parte, líderes musulmanes británicos reclamaron una revisión de la política policial en el marco de las investigaciones en marcha y reclamaron moderación. Iqbal Sacranie, secretario general del Consejo Musulmán en Gran Bretaña, dijo que puede entender la presión que pesa sobre la policía. Pero indicó que se debe proceder con la máxima precaución, para que "hombres inocentes no sean muertos por motivos de exceso de celo".
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Un policía antiterrorista inglés durante uan procedimiento en Londres.
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