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domingo,
24 de
julio de
2005 |
La piratería audiovisual alcanza al
50% del mercado en la Argentina
La venta de productos ilegales alcanza este año un pico histórico, con una facturación de 30 millones de dólares
Rodolfo Montes / La Capital
La creciente piratería de películas, en especial a través de la masificación del uso de banda ancha en internet, preocupa a los pilares de la industria cinematográfica mundial. Se estima que en la Argentina las ventas totales de productos audiovisuales pirateados alcanzaron el nivel histórico más alto: en 2005, estarían cercanas a 30 millones de dólares.
Un 50 % del mercado argentino sería de origen ilegal. La bajada, puesta en la red e impresión en DVD truchos de películas no se limita a productos estadounidenses que ingresan a nuestro país, ya que también se comercializan ilegalmente películas argentinas como "Peligrosa obsesión", "Historias mínimas" o el "El perro".
La Motion Picture Association (MPA) envió a la Argentina al director del departamento mundial anti-piratería, John Malcom, que se reunió con autoridades policiales y con Jorge Coscia, presidente del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales, en Capital Federal, para tratar el problema y gestionar mayores controles.
La MPA, integrada por las grandes corporaciones del cine norteamericano, es la empresa que representa internacionalmente a los Estados Unidos en la defensa de los intereses de la industria del cine, televisión y entretenimiento. Respalda el desarrollo comercial de sus compañías y la protección de la propiedad intelectual.
La preocupación de los americanos por la Argentina, tiene sus razones: el país es el tercer territorio de facturación en Latinoamérica, "con un enorme potencial de creadores y productores" señaló Malcom.
Con el ya clásico sistema de grabar con una mini cámara la película en el momento de su estreno, y luego ponerla a rodar en la web, "la piratería crece con internet, la tecnología es un desafío y también una oportunidad para la industria del cine y el entretenimiento" agregó Malcom, que salió de California, recorrió Brasil y la Argentina, y terminará su gira en Chile. Si la piratería sigue adelante, los productores "van a pensar" si es conveniente o no hacer una película. "Hacer cine es una actividad cara", destacó el enviado de la MPA.
Por lo demás, reconoció que el desafío de combatir a los que comercializan productos robados es una tarea muy compleja, porque requiere de la concientización del público comprador, que debe optar por pagar, por ejemplo, un DVD 60 pesos, cuando lo consigue en la calle, ilegal, a 15. Pero Malcom es optimista, porque observa "una actitud positiva" de las autoridades argentinas.
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