Trastabilla el PT. RAtifican las denuncias de que el oficialismo pagó prebendas a legisladores aliados

Ratifican denuncias de que el partido de Lula pagó coimas a legisladores

El diputado que originó la crisis declaró ante el Congreso. Aseguró que el presidente no está involucrado

Brasilia. - El legislador que originó la crisis que agobia al gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva ratificó ayer ante una comisión del Congreso brasileño todas sus denuncias y dijo que la existencia de un sistema de sobornos era conocida por las máximas autoridades, inclusive ministros clave del gobierno. Esto generó especulaciones sobre la inminente renuncia del jefe de Gabinete, José Dirceu, acusado por el diputado Roberto Jefferson ante el Congreso de impedir que llegara a Lula la denuncia sobre el pago de sobornos a diputados por parte del gobernante Partido de los Trabajadores (PT). Las versiones indicaron incluso que el alejamiento de Dirceu sería acompañada por otros cambios ministeriales.

El escándalo político en Brasil se desató tras las denuncias del diputado Jefferson, un estrecho aliado de Lula, divulgadas la semana pasada en una entrevista al di ario local Folha de Sao Paulo. El legislador denunciante -investigado por un supuesto esquema de corrupción en la estatal empresa de Correos- dijo que el PT pagó mensualidades a diputados de dos partidos, también parte de la heterogénea alianza legislativa que apoya al presidente Lula.


"Pruebas no tengo"
En un testimonio ante el Consejo de Etica de la Cámara de Diputados, Jefferson dijo ayer que la existencia del sistema de sobornos era conocida por las máximas autoridades, inclusive ministros clave del gobierno como Dirceu. Aclaró no obstante, que no cuenta con pruebas para respaldarlas, como fotos o grabaciones, lo que causó alivió en los mercados. "Confirmo integralmente las entrevistas dadas", dijo el diputado, quien cumplió ayer 52 años. "Pruebas no tengo", agregó.

Jefferson reafirmó también que varios ministros, entre ellos Dirceu, conocían el supuesto esquema de pagos y acusó al gobierno de maquinar una campaña de prensa para culpar a su Partido Trabalhista Brasileño (PTB) en casos de corrupción denunciados en la empresa estatal de correos. Agregó que los parlamentarios de su partido se negaron a recibir tal prebenda.

El diputado volvió a insistir en la inocencia del presidente Lula, quien habría llorado al enterarse por él (Jefferson), a principios de este año, del pago del sobresueldo a los diputados aliados, y aseguró que a partir de entonces los pagos fueron suspendidos. Las dificultades que el gobierno enfrentó desde entonces en las votaciones en Diputados, incluso la derrota del PT en la elección del presidente de esa Casa legislativa, fueron el producto de la desconformidad de los aliados que dejaron de recibir dinero extra, dijo Jefferson.

Todo el discurso del diputado, también acusado de corrupción en los Correos y otros órganos públicos, fue transmitido por la TV Cámara y retransmitido por varias emisoras abiertas de televisión.

La nebulosa actuación de agentes de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) en los Correos, descubierta en las investigaciones realizadas por la policía federal, fue explicada por Jefferson como una represalia de sectores del gobierno contra su partido, al cual el PT habría decidido convertir en "chivo emisario" de las crecientes denuncias. "Querían tirar el cadáver de la corrupción al PTB. El PTB no es responsable por la corrupción", dijo Jefferson, quien mencionó a todas las personas que participaron en la negociación y pago de mensualidades.

Histriónico y mordaz, Jefferson agradeció ser convocado a declarar ante el Consejo de Etica, que debe investigar sus acusaciones y podría anular su mandato como legislador por quebrar el decoro legislativo. "No defiendo mi mandato, defiendo la democracia", dijo el legislador, que en su larga trayectoria parlamentaria ha apoyado todos los gobiernos que pasaron por Brasil desde 1985.


Extrema seguridad
Jefferson llegó al Congreso escoltado y la Cámara de Diputados preparó un fuerte esquema de seguridad para protegerlo del asedio periodístico. Reafirmó que varios ministros del gobierno brasileño sabían de la existencia de "mesadas" de unos 12.000 dólares a legisladores y que éstas sólo terminaron cuando él informó al propio presidente Lula de su existencia. El denunciante pidió la salida del gobierno de Dirceu, a quien llamó "Rasputín". "Dirceu, si usted no se va rápido, va a hacer culpable a un hombre bueno", en referencia a Lula, dijo.

El PT y las dos agrupaciones acusadas de recibir los pagos, el Partido Liberal (PL) y el Partido Progresista (PP), negaron la veracidad de sus denuncias.

Las revelaciones de Jefferson han hecho trastabillar al PT. Las acusaciones han sido las más graves sobre su comportamiento ético desde su fundación hace 25 años, durante los cuales se presentó como abanderado de la moralidad en la política. Un senador propuso el lunes una renuncia masiva de los miembros del PT contratados por el gobierno bajo el rótulo de "empleados de confianza". En esa categoría estarían más un millar de militantes del PT.

Por otra parte, Dirceu mantuvo en la tarde de ayer una reunión con el presidente Lula y otros ministros como parte de la Junta Presupuestaria en Brasilia. Los rumores indicaban que el superministro tras alejarse del cargo reasumiría funciones como presidente del bloque del PT en la Cámara baja.

El opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, pidió que se permita investigar las llamadas telefónicas realizadas por Dirceu. "El ministro Dirceu tiene que venir al Congreso a hablar sobre todas esas conversaciones en las que habría participado según denunció Jefferson", dijo el titular de la bancada del Senado del PSDB, Arthur Virgilio.

Lula con Dirceu, quien reasumirá como jefe de la bancada oficialista en Diputados.