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miércoles,
15 de
junio de
2005 |
En Perú dicen que no pueden
proveer gas a Argentina y al
resto del "anillo energético"
Lima. - Expertos peruanos mostraron esceptismo ante la posibilidad de que su país pueda abastecer de gas a Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, pues las reservas actuales no van mucho más allá de lo que se necesita para atender los compromisos existentes con México y la demanda interna. "El gobierno peruano tendrá que decidir entre abastecer al Cono Sur o a otros países", afirmó el experto Aurelio Ochoa al diario limeño La República, mientras que el ex ministro de Energía Carlos Herrera Descalzi advirtió del riesgo de que por priorizar el mercado externo se sacrifique el interno.
Las reacciones se conocieron después de que Argentina, Brasil, Chile y Uruguay invitaran el lunes al Perú a unirse a un "anillo energético regional", dentro del cual aportaría su gas de los yacimientos de Camisea, con ventas inicialmente calculadas en 35 millones de metros cúbicos diarios. El problema es que Camisea produce actualmente sólo 14 millones de metros, es decir menos de la mitad de esa demanda, y además esa producción ya se vende a México o abastece al mercado peruano.
El presidente, Alejandro Toledo, se mostró muy interesado en la "magnífica idea", que le fue expuesta por ministros de los cuatro países involucrados. Sin embargo, Carlos del Solar, presidente del consorcio Perú LNG, encargado de administrar el gas que provee Camisea, advirtió que antes de echar las campanas al vuelo será necesario examinar las posibilidades reales, pues el abastecimiento al Cono Sur dependerá de que se descubran yacimientos adicionales.
Perú tiene compromisos para vender gas a México a razón de unos 12 millones de metros cúbicos diarios, a lo que debe sumarse la demanda interna, pues una exigencia generalizada en Perú es que Camisea beneficie sustancialmente a los peruanos.
Bolivia, "abastecedor natural"
Bolivia, cuyas reservas gasíferas son las segundas más grandes de América y superan holgadamente a las peruanas, es percibido como el "abastecedor natural" de gas para el Cono Sur, pero la crisis política, derivada en gran parte de la exigencia de sectores izquierdistas de que se nacionalicen los hidrocarburos, hacen que sus eventuales clientes busquen alternativas.
En el caso de Argentina, el conflicto boliviano ya obligó a archivar, al menos de momento, un gasoducto que debía abastecer con gas boliviano al norte del país, así como a dos centrales eléctricas, todavía por construir.
Según los ministros que visitaron a Toledo, el argentino Julio de Vido, la brasileña Dilma Vana Roussef, el chileno Jorge Rodríguez Grossi y el uruguayo Jorge Lepra, la idea es construir un gasoducto de 1.200 kilómetros desde Pisco (puerto peruano por el que llegará el gas al Pacífico desde los yacimientos en la región andina de Cusco) hasta Tocopilla (Chile), desde donde se alimentará a Argentina, Uruguay y el sur de Brasil.
De acuerdo con Rodríguez Grossi, al proyecto se podrían unir más adelante Bolivia y Paraguay, así como Venezuela, este último, el mayor productor gasífero, a través del norte de Brasil.
Por el momento, Toledo anunció la formación de un grupo de trabajo que evaluará posibilidades y aclaró que su colega de Bolivia, Eduardo Rodríguez, fue notificado de las conversaciones por "gentileza con un país hermano productor de gas". (DPA)
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