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miércoles,
15 de
junio de
2005 |
Autopsia de Terri Schiavo indica que no fue maltrada y no tenía cura
Largo (EEUU)- El cerebro de la paciente en coma estadounidense Terri Schiavo, que murió 13 días después de que fuera suspendida su alimentación mediante un fallo judicial, estaba tan gravemente dañado que ningún tratamiento hubiera mejorado su condición, según el informe de la autopsia dado a conocer hoy.
Además, el informe de los forenses divulgado en Largo, en el estado norteamericano de Florida, unos dos meses y medio después de la muerte de la paciente, afirma que no hay signo alguno de que su marido, Michael Schiavo, la haya maltratado.
Terri Schiavo entró en coma en 1990 tras un colapso repentino y desde ese entonces era alimentada mediante una sonda. A mediados de marzo de este año, su marido logró, tras largos años de enfrentamiento con los padres de Terri, Bob y Mary Schindler, que fuera suspendida la alimentación de la paciente, que murió el 31 de marzo, a los 41 años.
El forense Jon Thogmartin confirmó ahora que de hecho el daño cerebral de Terri era tan grave que no hubiera servido ningún tratamiento. Según el especialista, el cerebro de Terri pesaba sólo alrededor de la mitad "de lo que se espera de un cerebro humano". Thogmartin también dijo que Terri Schiavo, que muchas veces tenía los ojos abiertos durante el coma, "estaba completamente ciega". (DPA)
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