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domingo,
12 de
junio de
2005 |
El postulante a diputado nacional fue acompañado por el kirchnerismo puro
Rafael Bielsa lanzó su candidatura con leves
críticas hacia la gestión de Ibarra
El canciller consideró que la tragedia de Cromañón mostró "la última postal del Estado jugando al distraído"
El canciller Rafael Bielsa cuestionó ayer el papel del jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra en la tragedia de Cromañón y aclaró que el presidente Néstor Kirchner es su último "jefe político", al lanzar su candidatura a diputado nacional por el Frente para la Victoria de la Capital Federal.
"La tragedia de Cromañón mostró la última postal del Estado jugando al distraído", afirmó Bielsa en el lanzamiento oficial de su candidatura a legislador por el Frente para la Victoria en el teatro ND Ateneo, desbordado por justicialistas, transversales y kirchneristas porteños.
Esta fue la única referencia crítica a Aníbal Ibarra (aliado al kirchnerismo en las pasadas elecciones) que lanzó Bielsa, aunque el canciller se refirió también a la tragedia de Cromañón.
"A nadie le exhibiremos Cromañón como una bandera fúnebre. Si alguien lo usa (por Cromañón) electoralmente no vamos a contestar", añadió.
El canciller fue presentado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien elogió su cualidades como dirigente y le agradeció por aceptar el desafío.
"Ofrecemos uno de los mejores hombres del gabinete nacional", arengó Fernández, y le reconoció al "Rafa", como lo llamó en varias ocasiones, su calidad de "militante que entiende que para reconstruir esta Argentina se necesita del esfuerzo colectivo pero también del individual".
Sin renunciamiento
"El presidente me dijo que soy canciller hasta el 9 de diciembre" (un día antes de la fecha de asunción de que resulten electos diputados), ratificó Bielsa, luego del acto, en un desordenado aparte con los periodistas en el estacionamiento del teatro.
"Ahora me toca jugar de marcador de punta izquierdo", metaforizó el diplomático para explicar su disciplina al proyecto del kirchnerismo, aunque insistió, tanto en el discurso como en sus declaraciones posteriores, que Kirchner es mi "último jefe político" y que "nunca más" tendrá uno.
El otrora candidato a jefe de Gobierno porteño, a quien las encuestas lo instalan en una paridad con Elisa Carrió y Mauricio Macri, leyó a lo largo de unos veinte minutos un discurso que priorizó la propuesta de una práctica democrática decidida y el uso del conflicto como método de superación dialéctica de los desafíos.
Tras recordar que la democracia desilusionó porque "no dio de comer, no curó ni educó" por sí misma, el canciller exhortó a dejar de "cacarear democracia sin realizarla, incluso con quienes piensan parecido", y apostó por terminar con "la democracia taciturna".
Desde las primeras filas de butacas lo observaban el ministro de Educación, Daniel Filmus; el vicejefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman; el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; el subsecretario de Descentralización del Gobierno porteño, Héctor Capaccioli; el ex jefe de Gabinete de la Cancillería Eduardo Valdez y el referente del movimiento piquetero oficialista Barrios de Pie Jorge Ceballos, entre otros dirigentes, legisladores y militantes del kirchnerismo.
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Fotos
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Rafael Bielsa seguirá en la Cancillería hasta después de los comicios.
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