|
domingo,
12 de
junio de
2005 |
De la tapa del diario
a la oscuridad
La recorrida por los pasillos de Coronda deja espacio para algunas perlas y grajeas. "Yo salía en la tapa del diario y mirá ahora dónde estoy". El grito detrás de las rejas del pabellón 5 Norte se pierde entre los ruidos hasta que una periodista de LT3 comenta: "¿Viste quien era?, Torombolo". El muchacho se llama Guillermo Adrián Pérez, es hijo de un comisario y está sindicado como líder de una gavilla que camina las calles del barrio La Tablada. Está procesado por la muerte de Alberto Acuña, un muchacho de 20 años, ocurrida el 16 de enero pasado. Hoy está en el pabellón evangélico del pastor Saavedra. Allí también se escucha un "Dios te bendiga" de voz familiar. Es Juan Alberto Bustos, el Chaperito. El reconocido barrabrava de Rosario Central cumple una condena de cuatro años. Un día más tarde, ya en los talleres de la Unidad 1, responde con una sonrisa a la broma del fotógrafo de La Capital. "Tengo un auto para pintar", dice el reportero, y el Chaperito responde: "Lleváselo a mi viejo", el Chapero Bustos. Un poco más serio, dispara: "Con lo que viví acá adentro, no me dan más ganas de volver".
enviar nota por e-mail
|
|
|