Opinión: Parece que queda poco por ofrecer

Gustavo Conti / La Capital

Se advierte, muy claramente, que pese a que hoy está clasificado a la Copa Sudamericana y ahí nomás de la Libertadores, cada vez hay menos margen futbolístico para conseguir el objetivo. Pese a eso, todavía los números avalan a Rosario Central, pero cuando ni desde adentro se dan señales de esperanza entonces no hay mucho margen para mantener la llama encendida. Si Zof dice que lo mejor es que el torneo se termine rápido, parece todo dicho.

Luego del empate 0 a 0 con Colón, donde el técnico y varios más señalaron que el equipo había levantado su nivel, que se parecía al del principio (Ovacion sostuvo lo contrario), la realidad quedó expuesta.

Zof se molestó en ese momento por ciertas críticas hacia el equipo, sin aclarar de dónde venían, pero Central no sólo no levantó sino que retrocedió a límites de donde será difícil volver en las tres fechas que quedan, y que comprometen notablemente la clasificación a las copas.

La lesión de Encina, los bajones de Vitti, Andrés Díaz y Ledesma, todos titulares inamovibles en el proceso que arrancó el año pasado, conspiraron contra las chances canallas, y además los orientadores apuntaron que al equipo le faltó velocidad y ritmo, cualidades que tienen que ver con el aspecto físico. Todo eso, que dejó en evidencia un plantel demasiado corto, derivó en esta situación, que llevó de la ilusión de pelear al título hasta quedar en riesgo de perder todo.

No por nada Zof dijo lo que dijo sobre la conveniencia de que el torneo termine ya. Hasta parece un anticipo de final de proceso para él, como todo el mundo intuye.

Sí, Central aún puede y debe pelear hasta el final porque sería un pecado enorme y un mal augurio no clasificar a nada. Pero hacia adentro ya se piensa en lo que vendrá, en el inminente ciclo de Cuffaro Russo sólo al mando y hasta se nombran refuerzos con demasiada anticipación. Cuando se piensa muy adelante es porque al presente ya le queda poco por ofrecer.