Crisis en Bolivia. Los bloqueos que rodeaban a la capital fueron los últimos en levantarse

La Paz volvió a recibir alimentos y gas después de 26 días de asedio

El final del cerco llegó luego de la promesa del nuevo presidente de recibir a los dirigentes de El Alto

La Paz. - El asfixiante bloqueo de 26 días que puso a La Paz al borde del desabastecimiento de energía, alimentos y medicinas llegó a su fin ayer, tras anunciar el nuevo presidente Eduardo Rodríguez que estaba dispuesto a recibir a los dirigentes de la vecina ciudad de El Alto. Bolivia recibió ayer otra buena noticia: los países ricos condonaron su deuda (ver página 33).

El bloqueo en El Alto, ciudad contigua a La Paz, fue levantado sorpresivamente en la mañana de ayer, pese al anuncio previo de los dirigentes alteños de mantener la protesta y dar un plazo de tres días para que Rodríguez responda a sus exigencias de nacionalización de hidrocarburos y convocatoria a la asamblea constituyente por decreto.

En su primera iniciativa pública tras llegar el viernes a La Paz, al día siguiente de suceder en Sucre a Carlos Mesa, Rodríguez invitó a los dirigentes vecinales y sindicales de El Alto a una reunión para discutir sus demandas.

Los dirigentes aceptaron la invitación y, mientras discutían con el gobierno el momento y el lugar del encuentro, dijeron que esperaban que el presidente Rodríguez, quien hasta el jueves era el titular de la Corte Suprema, actúe rápidamente para atender las demandas populares y evitar una nueva ola de protestas.

Como último en la línea de sucesión presidencial, Rodríguez conducirá un gobierno transitorio cuya principal tarea será la realización de elecciones en un plazo no mayor a seis meses, pero al mismo tiempo tendrá que resolver las cuestiones de la nacionalización petrolera y la constituyente, demandas iniciales de las protestas que terminaron provocando la renuncia de Mesa, luego de casi un mes de bloqueos totales de las principales ciudades bolivianas.

Tras la solución de la crisis política por la sucesión de Mesa, que se decantó a favor de Rodríguez ante las renuncias -casi unánimemente exigidas- de los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Hormando Vaca Díez y Mario Cossío, el viernes fueron levantados gran parte de los casi 100 bloqueos en ciudades y carreteras de todo el país, así como la toma de media docena de yacimientos de petróleo y gas natural.

Pero la protesta se prolongó en El Alto, donde la Federación de Juntas Vecinales y la Central Obrera Regional dijeron que el cambio de presidente de la república dejaba sin solución las demandas principales. El Alto tiene la "llave" de La Paz: desde allí llegan las provisiones de todo tipo a la capital, incluidas el agua potable, el gas y los alimentos.

Abel Mamani, el líder vecinal alteño más reconocido, anunció que se había dispuesto el levantamiento de los bloqueos para aliviar las condiciones de vida de los habitantes de esa misma ciudad y de La Paz, urbes extremadamente interdependientes que habían quedado sin transporte ni alimentos frescos y con sus industrias, comercios y hospitales paralizados.

Radios locales destacaron especialmente el alivio causado por la reapertura de la planta de despacho de gas licuado y naftas ubicada en un extremo de El Alto, desde donde se abastece a La Paz.

Ante el anuncio de la reanudación del suministro de carburantes, se formaron largas colas de amas de casa que esperaban comprar gas licuado envasado y de vehículos ante las estaciones de servicio. En varios casos se produjeron incidentes entre los ansiosos vecinos, quienes lucharon por una garrafa.

Los primeros camiones que transportaban nafta, gasoil y gas licuado de petróleo (GLP) empezaron a descender desde El Alto hacia La Paz en las primeras horas de ayer, mientras transportistas y amas de casa hacían largas filas. Una de las amas de casa que hacía fila para adquirir un cilindro de gas no ocultó su satisfacción, ante la grave escasez que enfrentaba. "¡Al fin tenemos gas, gracias a Dios!", exclamó.

Además, las protestas y bloqueos en Cochabamba, Potosí, Oruro y Santa Cruz también llegaron a su fin. (Reuters y DPA)

Los desesperados habitantes de El Alto luchaban ayer por una garrafa.