Miradas sobre cómo es la vida en la educación superior

Clarisa Ercolano / La Capital

Sabrina Hernández es otra de las beneficiarias del Programa de Becas 2004 que Fundación La Capital firmó con facultades privadas de Rosario. La alumna reconoce que pasó la instancia de los cursillos de ingreso con cierto temor, pero afirma que pudo desenvolverse sin problemas. "Si bien mi orientación del polimodal era distinta, el cursillo me sirvió para empezar a cursar con una buena base de conocimientos y también para hacerme amigos dentro de la facultad".

Sabrina es de Rosario, cursa la carrera de ingeniería ambiental en la Facultad de Química Fray Rogelio Bacon y todavía no pudo hacerse de un grupo de estudio ya que la mayoría de sus compañeros viajan desde pueblos vecinos. "Es mucha la cantidad de estudio pero si te lo proponés no es difícil", dice y agrega que los profesores le prestan atención y se preocupan para que comprendan la totalidad de los contenidos.

En la Facultad Católica de Ciencias Económicas, Pablo Cartazo empezó a transitar el camino para convertirse en contador y dice que está sorprendido por la organización de la facultad y que eso "facilita las cosas". Pablo dice que la adaptación para manejar los tiempos y el caudal de estudio "costó un poco", pero que ya se siente seguro dentro de la facultad y que consulta sus dudas con otros alumnos que están en su situación.

En cambio, para Fernando Sánchez el salto de la secundaria a la Facultad Católica de Derecho y Ciencias Sociales fue difícil. "Empezamos a estudiar pensadores, políticos, filósofos y yo de eso no había visto nada", recuerda y agrega enseguida que con cinco horas de estudio por día "todo empezó a mejorar".

"Las técnicas de estudio que me dieron los tutores me ayudaron muchísimo, empecé a aprobar con más facilidad", dice aliviado Fernando que siente que el esfuerzo valió la pena para encontrar el ritmo de la carrera que eligió.

Superados los nervios de los primeros parciales los chicos ya se animan a soñar con la orientación que les darán a sus carreras en el futuro. Sabrina ya especifica tres áreas donde le gustaría trabajar: capa de ozono, masas hídricas y actividad agrícola. Pablo en cambio sueña con administrar una empresa multinacional y Fernando dice que si bien "no todo lo que es ley se cumple", piensa en la actividad política como alternativa, "pero para hacer algo, ayudar con el conocimiento que tengo", además de "trabajar en organizaciones, en centros comunitarios y asesorarlos".

Los estudiantes beneficiados por Fundación La Capital.