VIII Congreso Nacional Aula Hoy

Norberto Boggino: "Los docentes viven una especie de lucha interna entre el pensar y el obrar"

El doctor en psicología afirma que los viejos paradigmas educativos siguen pesando

Cómo enseñar y qué estrategias utilizar para atraer la atención de los alumnos siguen figurando entre las mayores preocupaciones de los docentes. Al menos esto asegura el doctor en educación Norberto Boggino. El especialista asegura que también se incluyen en esta lista de intereses los criterios de evaluación y los problemas de comportamiento.

Boggino es además director académico del VIII Congreso Nacional Aula Hoy y V Internacional, que tendrá lugar entre el 11 y 13 de agosto próximo en Rosario, un tradicional encuentro que cada año reúne a centenares de docentes y profesionales vinculados con el área (ver aparte). Opina que por estos tiempos los docentes viven una especie de lucha interna entre lo que piensan y hacen, ya que siguen "leyendo" los nuevos aportes pero desde la perspectiva "de siempre".

Norberto Boggino también es profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y autor de diversas publicaciones y libros. El último, de pronta aparición, es el "Cómo prevenir la violencia en la escuela".

-Este año el congreso elige como eje de las discusiones "La escuela en los nuevos contextos: lugar de encuentros y controversias". ¿Por qué ese tema?

-No hay dudas que los problemas de escolarización no "respetan" niveles de ingresos económicos ni sistemas de gobierno ni etnias, pero también es cierto que la crisis global que padece gran parte de la población en Argentina y en Latinoamérica, atraviesa a la escuela, a las familias y a los sujetos singulares. Los procesos estructurales impactan en la escuela y han cuestionado seriamente el imaginario social de ésta como lugar de encuentro, armonía y convivencia. Analizarlos supone estudiar la incidencia en las actitudes y conductas de los sujetos singulares (alumnos y docentes) y en las políticas educativas institucionales. Por otra parte, históricamente muchos de los problemas en la escuela no pudieron ser resueltos porque se planteaban de modo incorrecto. Por eso, la posibilidad de resolución de un problema tiene que partir del planteo de la complejidad de los componentes que lo producen o provocan, y del análisis del mismo como caso en el marco de la trama de producción y de la lógica de construcción del mismo. De hecho, nos encontramos con problemas escolares diversos que no pueden ser resueltos: problemas de aprendizaje, de conducta, de violencia, de articulación, de exclusión y marginación, y tantos problemas más. Pensar desde el paradigma de la complejidad supone apelar a formas de conocer e intervenir que no mutilen ni atomicen lo real, que no reduzcan el todo a las partes. Nos convoca a aceptar razones diferentes a las propias y nos invita a percibir los vínculos que relacionan las ideas y los hechos.

-Su último libro y el título de su conferencia abordan la violencia en la escuela. ¿Cuáles son tres ideas clave para prevenirla en este ámbito?

-Para comprender y plantear cualquier estrategia preventiva o propuesta de resolución de escenas de violencia en el aula y en la escuela hay que conocer los procesos estructurales que impactan y atraviesan la institución educativa y el modo en que es percibido por los actores; aún cuando la resolución de los procesos estructurales escapen a las posibilidades de los directivos y docentes. Hay que considerar los efectos de la violencia institucional; las propias características de la institución que no pocas veces generan un ambiente de tensión y de rebelión reprimido o, específicamente, ciertos actos realizados por directivos y/o docentes que tienen efectos violentos, independientemente de la intencionalidad manifiesta de violentar o no de estos. Hay que analizar y comprender los comportamientos y las expectativas singulares de los actores, particularmente de los alumnos que han cambiado notablemente en las últimas dos décadas. En el marco de la complejidad y del entramado de los componentes de producción de escenas de violencia, es necesario proponer como unidad de análisis para las intervenciones en el aula y la escuela, a las escenas que protagonizan los sujetos singulares en el seno del microsistema institucional donde se manifiestan, considerando conjuntamente, los atravesamientos contextuales y, específicamente, las relaciones vinculares entre los actores inmersos en dichas escenas. Escenas que posibilitan pensar la complejidad de fenómenos tales como: la construcción de lazos sociales y convivencia escolar, la formación en valores y la construcción de las normas sociales, la prevención de violencia e indisciplina; a partir de la articulación de diversas dimensiones intra y extra-muro: estructurales y coyunturales, políticas y económicas, sociales y culturales, singulares y familiares, institucionales y pedagógicas. Y, en este marco, trabajamos sobre la base de una conjetura: la deconstrucción de las escenas de violencia en el ámbito escolar, posibilita hallar los componentes de la trama de producción de las mismas y, a partir de estos, abrir los caminos para construir las estrategias de prevención de dichas escenas de violencia.

-En los cursos que dicta, congresos y encuentros donde se da el "cara a cara" con el docente, ¿qué le plantean como preocupaciones mayores? ¿Por dónde pasan hoy sus demandas?

-Sin dudas que la mayor controversia que se presenta desde hace dos décadas está atravesada por la dimensión epistemológica; una suerte de lucha interna entre modos de pensar y obrar que derivan del paradigma tradicional con el que los docentes se formaron y los modos de pensar y obrar de los nuevos paradigmas, que brindan mayores instrumentos para enseñar y posibilitar que los alumnos aprendan genuinamente. Pero aún hoy, no pocos docentes siguen "leyendo" los nuevos aportes desde la perspectiva "de siempre". Y, a partir de ello y de las necesidades que se presentan cotidianamente en el aula y la escuela, las problemáticas sobre las que recibimos mayor cantidad de consultas, siguen girando en torno a cómo enseñar y qué estrategias utilizar para que los alumnos se interesen; en torno a los criterios e indicadores de evaluación y, particularmente, a cómo evaluar procesos de aprendizajes y no sólo resultados; y, también todo lo referente a los comportamientos de los alumnos, particularmente, a los problemas de violencia e indisciplina.

Boggino opina que los problemas sociales cuestionan a la escuela como lugar de encuentro.