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miércoles,
08 de
junio de
2005 |
La detección precoz cura al 50% de los enfermos de cáncer
Florencia O'Keefe / La Capital
La detección precoz es crucial en la sobrevida de las personas con cáncer. Del total de pacientes que recibe el Servicio de Oncología del Hospital Centenario sólo logrará la cura un 10% debido a que la mayoría llega a la primera consulta con la enfermedad en estado avanzado. Si la detección se realizara en los primeros momentos, el porcentaje se elevaría hasta alcanzar el 45 ó 50%. Así lo informaron los doctores Oscar Dip y María Alejandra Bártoli, a cargo del área.
Los cánceres más frecuentes entre quienes concurren al Servicio de Oncología -unos 120 pacientes por semana- son pulmón, mamas y colon. El tabaquismo y los antecedentes familiares se inscriben entre las principales causas que los desencadenan. Hábitos de vida más saludables y controles adecuados evitarían la aparición de la enfermedad, en tanto, la detección a tiempo mejoraría la calidad de vida y el pronóstico de miles de personas.
Lamentablemente el número de enfermos viene aumentando al punto de que se suman unos 10 pacientes por semana y las estadísticas indican que seguirá increscendo. También subió en forma considerable el número de mujeres jóvenes con cáncer de pulmón por tabaquismo al punto de que en el •89, la relación era de 1 mujer cada 100 hombres, mientras que actualmente es de 18 cada 100.
Según el especialista, existen también dos tipos de cáncer que se ven en la consulta con frecuencia: el de cabeza y cuello y el de cuello de útero, que están íntimamente relacionados. "Observamos una asociación directa entre ambos tipos de cáncer, que involucran a personas de bajo nivel socio-económico, mala nutrición, promiscuidad, hábito de fumar y alcoholismo. En los dos interviene el mismo virus. Por eso hacemos hincapié en la importancia del aspecto educativo en poblaciones altamente expuestas".
"El rol del Estado en materia de educación y campañas preventivas resulta clave", afirma el doctor Dip. "Nosotros conocemos las poblaciones de riesgo, por lo tanto, ayudaría mucho que el Estado se involucre a la hora de hacer un seguimiento que apunte a la reeducación de las personas, dándoles las herramientas que les permitan evitar estas enfermedades o advertirlas en forma temprana".
Plan integral
"Al servicio llegan muchísimas mujeres que jamás se hicieron un papanicolau", apunta Bártoli, mientras Dip va más allá y pide en forma "urgente" la puesta en marcha en Santa Fe de un "plan integral de atención al paciente con cáncer". "Le debemos esto a la gente", agrega.
Para el especialista los hospitales deberían ser el eje de un programa que involucre a los ministerios de Salud, Educación y el área de Servicios Públicos. "Hay que organizar desde charlas informativas en las escuelas hasta replantearse la vinculación de los servicios de salud en toda la provincia. No puede ser que atendamos pacientes de Venado Tuerto que tienen que venir hasta Rosario, viajar 5 horas en una combi o un colectivo - porque ni siquiera tenemos una ambulancia para trasladarlos - cuando esa persona podría atenderse en su lugar de origen, en un servicio que ya paga la provincia. Vemos que a veces se mal utilizan los recursos", remarca Dip.
En cuanto a las necesidades del servicio, anota como prioridades la incorporación de más personal y la renovación de tecnología para el tratamiento específico del cáncer. Por otra parte, destaca que "la provincia brinda todo el abanico de drogas oncológicas necesarias para cubrir la totalidad de los tratamientos".
Cuando lo anímico es protagonista
"La gente llega con temor porque cáncer se asocia a dolor y muerte", señala Bártoli. Para revertir esa idea y lograr una buena predisposición al tratamiento, resulta central el rol del médico. "El paciente necesita tener total confianza en el profesional que lo atiende y por eso es muy importante el grado de credibilidad que éste y el servicio tengan", dice.
Al respecto, Dip y Bártoli aseguran que en el servicio "nos ocupamos de que el paciente no haga cola, de que llegue a un lugar que está limpio, aireado, donde hay buena predisposión. La persona tiene que saber que el hospital le brindará todo lo que necesita durante su paso por la institución, que va a tener acceso a los estudios y que le vamos a suministrar la medicación", relata Dip.
"Cuando se trata de una enfermedad crónica como puede ser el cáncer no está involucrada sólo la persona que la padece sino todo el entorno familiar y de algún modo la sociedad; tanto médicos como el hospital, y sobre todo el Estado, tienen que tener esto muy en cuenta, por eso hablamos de la necesidad de un plan integral", agrega.
En cuanto a la adherencia a los tratamientos, Bártoli señala que si se le explica al paciente con claridad cuál es su situación en general cumplen con todas las etapas. Un tratamiento promedio insume como mínimo seis meses más dos años de controles continuos.
"Hay que escuchar al enfermo, dejarlo que exprese lo que siente, que tenga una relación lo más directa posible con el médico, que pueda hacerle todas las preguntas", relata Dip.
Respecto a la resistencia a hablar sobre la enfermedad, Bártoli admite que los médicos cambiaron en ese aspecto, "nos hemos acercado más al paciente", sostiene, y eso se traduce en que el enfermo habla de lo que le pasa.
A la hora de comunicar las etapas del tratamiento y el pronóstico, últimamente los médicos han optado por dar la información en forma directa y clara. "Muchas veces, ni siquiera hablamos de cáncer, sino que exponemos cómo será el tratamiento, cuáles pueden ser las consecuencias, y por supuesto respondemos todas las inquietudes", dice Dip.
"Puede que antes lo hablemos con los familiares pero quien debe dar la información es el médico, sin intermediarios", concluyen.
El Servicio de Oncología del Hospital Centenario está por cumplir cuatro años. Atiende 120 pacientes por semana que reciben asistencia general y controles clínicos. Los tratamientos de rayos y quimioterapia se realizan en el Hospital de Día del Centenario.
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Fotos
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María Alejandra Bártoli, Oscar Dip y su equipo atienden 120 pacientes por semana.
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