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miércoles,
08 de
junio de
2005 |
Editorial:
Unión de fuerzas por la UNR
Rosario y sus habitantes tienen claro que su presente es el resultado de su propio esfuerzo. Nunca le fue regalado algo; por el contrario, siempre debió bregar sin pausa para sostener su status, su participación ante las determinaciones de los organismos centrales del Estado. Ha sido así como se consiguieron obras fundamentales para el desarrollo de la ciudad y deberá seguir manteniendo esta actitud de lobby constante si procura cimentar un futuro mucho más fecundo y justo para sus habitantes.
Por ello no sorprende que las autoridades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) hayan convocado a diputados y senadores de la ciudad para que intervengan ante el Ejecutivo nacional y procurar una salida al ahogo presupuestario que sufre. Una situación que ha sido reconocida en varias oportunidades por el mismo Ministerio de Educación de la Nación, pero que no se traduce en una perspectiva favorable.
La UNR perdió dos puntos porcentuales del presupuesto en los últimos dos años, lo cual implica 50 millones de pesos; paralelamente su matrícula creció el 46 por ciento en los últimos años (70 mil estudiantes) y se ha convertido en una de las que posee mayor oferta de carreras del país. Es que la ciudad ha dado un salto cualitativo y la recuperación económica en la región permitió que, paulatinamente, nuevas generaciones de capas sociales medias volvieran a acceder a la Universidad. No obstante, es justo reconocer que aún falta bastante para tener el nivel de participación que existía en otros períodos por parte del sector asalariado.
Junto al crecimiento del alumnado se sumó un 50 por ciento más de estructura edilicia, lo que conlleva mayores gastos en mantenimiento e inevitables tareas de refacción de los antiguos edificios. Como se ve es imposible sostener una política adecuada si el presupuesto en lugar de correr a la par del crecimiento se reduce en dos puntos.
La UNR necesita 10 millones de pesos más de lo asignado para cubrir las necesidades más urgentes. Un monto que los legisladores se comprometieron a reclamar ante el jefe de Gabinete y del que se espera una pronta respuesta positiva. Pero el encuentro demostró que la mesa integrada por todos los representantes de la comunidad universitaria y del Congreso nacional ya cuenta con el espíritu de trabajo para poder revertir la situación y volver a poner a la UNR a la altura de los requerimientos. Ojalá se sumen nuevos actores políticos, económicos y sociales para que el reclamo se haga sentir con mayor contundencia.
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