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miércoles,
08 de
junio de
2005 |
Discos y novedades
Fito Paéz: "Sólo se trata de tocar canciones
que canto con alegría y pasión"
El rosarino Fito Páez lanzó "Moda y pueblo", un disco nuevo de viejas canciones propias y ajenas
En "Moda y pueblo", el recién editado álbum de Fito Páez, conviven las composiciones del propio cantautor rosarino ("Tumbas de la gloria", "Ambar violeta", "Naturaleza sangre", "Un vestido y un amor", "Mariposa technicolor") con otras ajenas ("Muchacha ojos de papel", de Luis Alberto Spinetta; "Desarma y sangra", de Charly García, y "El otro cambio, los que se fueron", de Litto Nebbia, más la versión Páez del poema "Romance de la pena negra", de Federico García Lorca). En todos los casos, las canciones son recreadas, hechas nuevas, con los arreglos de Gandini para un noneto de cuerdas, la voz y el piano de Páez y el bajo de Vadalá.
El autor de álbumes como "Giros", "Ciudad de pobres corazones", "Tercer mundo", "Ey!" y "Naturaleza sangre", estrenó una canción, "Las palabras", es este nuevo disco. "Es un texto duro que trata sobre ese debate, sobre la relación que tenemos con las palabras después de toda una vida coqueteando con ellas", señala.
Sobre el singular título que ostenta el álbum cuya portada muestra a Susana Giménez en una fotografía de inicio de los 70, Páez explica que tanto moda como pueblo son dos palabras muy netas. "Me gustó esa relación entre términos aparentemente antagónicos pero, a la vez, con mucho contacto".
"Moda es usos y costumbres de un lugar y pueblo es un grupo de personas. Hay que pensar en eso y se encuentran muchas cosas ahí adentro, no todas lindas", señala Fito elípticamente.
El book del nuevo trabajo de Fito encierra una estética cuidada, con forma de pequeño libro, con la foto de la Giménez en la tapa y la del propio Páez en la contratapa, ambas en blanco y negro. En el interior están las letras de las canciones y más fotografías de Fito, esta vez acompañado por Gerardo Gandini.
"Volver a visitar mi obra no me produjo ninguna experiencia mística-reveladora", explica Páez. "Se trata simplemente de tocar canciones que hice en alguna noche en alguna ciudad del mundo y que canto con alegría y pasión y creyéndome lo que digo o creyéndome que creo lo que digo o haciendo que aquel que la hizo hable de nuevo", apunta.
Respecto a los tributos, Fito considera que se trata de "grandes escenas de una película que están ligadas a la historia de un pueblo y algunas fueron moda", y de la participación de Gandini en el disco, Páez dice: "En su caso, el arreglo es un elemento que forma parte de la canción, algo que no se ha dado en la música popular con la claridad con que lo hizo él".
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