El aeropuerto tendrá por primera vez un vuelo regular de cargas

Buscarán despachar productos que hoy salen por Ezeiza. Llaman a la región a acompañar el proyecto

A más de tres años de la inauguración del depósito fiscal, el Aeropuerto Internacional Rosario tendrá por primera vez, y a partir de mañana, un vuelo regular de cargas. Un boeing 737 con capacidad para trasladar 15 toneladas por viaje cubrirá una vez por semana el trayecto de Montevideo a Rosario y de aquí a Santiago de Chile, en un servicio que permitirá exportar -se prevé- mercadería hacia Estados Unidos, parte de América Central y Europa, e importar desde esas zonas y desde Asia y Brasil.

De esta manera, la empresa Lancargo -encargada del servicio- apuesta junto a la aeroestación local a ofrecer una alternativa a Ezeiza, la terminal aérea que hoy acapara la operatoria de la región. Y para lograrlo, el presidente del directorio del aeropuerto rosarino, Esteban Borgonovo, hizo un llamado a empresarios y productores de la zona a comprometerse con el nuevo servicio y "cambiar la cultura de mirar siempre a Buenos Aires".

La operación regular se hará todos los miércoles. El avión llegará a las 19 desde Montevideo y partirá a las 21 hacia Santiago. Sólo por esta vez el vuelo será un jueves. Hasta el momento, Lancargo (concesionaria del depósito fiscal) utilizaba para el traslado de las cargas los aviones regulares de la empresa, pero los volúmenes que pueden llegar a manejarse ahora llevaron a plantear el nuevo servicio, sobre todo porque la firma apuesta a la captación de clientes en la región.


Proyección regional
El gerente de Lancargo en Rosario, Juan Pablo González, explicó a La Capital que el servicio apuntará a sacar por esta ciudad la producción de autopartes que se producen no sólo en la zona, sino en Santa Fe y Rafaela. Los mercados receptores fundamentales serían los Estados Unidos y Europa, además de México y Venezuela. "También se intentará captar con destino a Europa parte de la cuota Hilton de frigoríficos locales que tengan participación, y productos derivados de la fabricación de maquinaria para la industria alimenticia, como la de panificación", abundó González.

En cuanto a la importación, se buscará acrecentar el volumen de insumos electrónicos y de computación provenientes de Asia y Brasil, para su distribución sobre todo entre las fábricas dedicadas al ensamblado de equipos.

González explicó que se buscará trabajar en zonas como Santa Fe, Santo Tomé, Rafaela y distintas ciudades del sur provincial como Venado Tuerto, que hoy despachan el fuerte de sus cargas vía Ezeiza. "Antes usábamos los aviones de pasajeros, pero hoy estamos hablando de otros volúmenes. Y el hecho de tener un avión regular de cargas en Rosario, donde también funciona un depósito fiscal, es conveniente también para los empresarios locales", aseguró.

Lancargo tiene hubs (grandes depósitos de concentración de cargas) en Miami, Santiago y Frankfurt, y recibe vuelos de Los Angeles, New York, Miami y Chicago, entre otras plazas. Desde allí se coordinan las salidas de cargas desde y hacia el resto del mundo.

El depósito fiscal para almacenamiento de cargas con que cuenta el aeropuerto rosarino se habilitó en enero de 2002. Se trata de un espacio cubierto de 600 metros cuadrados, un playón de más de 1.400 metros y una cámara frigorífica de 14 metros cuadrados, todo para almacenar mercadería.

En su momento, el nuevo espacio fue anunciado con euforia como un elemento que le otorgaría al aeropuerto competitividad respecto de otras estaciones aéreas. Sin embargo, tuvieron que pasar más de tres años para que la operatoria fuera regular. Mientras tanto, sólo se operaba a través de los vuelos comerciales, a pesar de que la empresa tenía el proyecto de hacerlo regularmente en cargas.

"Esto muestra lo difícil que es poder consolidar este tipo de negocios", razonó Borgonovo, quien recordó que "muchas veces" se reclamó desde la aeroestación un servicio de esta naturaleza. "Ahora, su consolidación y continuidad estarán atadas a que las empresas se comprometan con el éxito", dijo, como una forma de invitar a la región a operar a través del aeropuerto.

"Es necesario para esto cambiar con la cultura de mirar siempre a Buenos Aires. Ahora están los medios para hacerlo de otro modo, es importante vencer ciertos prejuicios y comprometerse", propuso.

Claro, la noticia es también un espaldarazo a la aeroestación, que con un edificio más digno de su carácter internacional no ha podido sin embargo ponerse a la altura con la regularidad de los vuelos.

La empresa Lancargo cubrirá una vez por semana la ruta aérea que une Montevideo, Rosario y Santiago de Chile.