Sustancias reaparadoras

Cosmética al servicio de la salud

Así como la radiación solar, la contaminación ambiental y el estrés se notan en la piel, a través de la epidermis es posible restablecer el equilibrio perdido a causa de conflictos, cambios climáticos, exceso de trabajo y exposición a contaminantes externos. "Mediante el uso de cosméticos en forma tópica llegamos a las neuronas", dijo a Mujer Diana Kahan, doctora en química y directora técnica del laboratorio Mira Dror.

La neurocosmética vincula la piel y el cerebro en beneficio de la salud integral. Esto es posible porque el sistema nervioso central y la piel comparten el mismo origen embriológico.

Las emociones llegan a la piel a través de moléculas (neuromediadores). Cuando estas son producto de amores contrariados, odios, cambios climáticos o estrés, surgen las disfunciones cutáneas (dermatitis, rosácea, psoriasis y envejecimiento precoz). Por esto es frecuente escuchar que el rostro es "el espejo del alma".

La neurocosmética surgió de la mano de los avances de la biología molecular y la genética. Enmarcados en los últimos lineamientos al respecto, la neurocosmética se presenta como una innovación en la relajación cutánea integral (facial, corporal y capilar).

"Los tratamientos holísticos con productos cuyos principios activos actúan según la última tecnología de biocosmética retrasan el envejecimiento sensorial respondiendo a las agresiones del medio ambiente con capacidad de neuroprotección y neuromodulación", apuntó la doctora Kahan. Los productos de Mira Dror sólo se comercializan a los profesionales que trabajan en centros de estética, spa o gabinetes.

"El envejecimiento cronológico se inicia cerca de los 30 años que es cuando el organismo comienza a percibir alteradas las funciones celulares. De igual forma, la disminución en la producción hormonal afecta directamente las propiedades fisiológicas del tejido cutáneo, mientras que la agresión del medio ambiente no hace otra cosa que acelerar el deterioro producido por la edad. Así es como la piel envejecida responde poco y mal a los estímulos", dijo la especialista.

Los neuromediadores actúan como receptores del estímulo sensorial. Estos se dividen en neuropéptidos, neurohormonas y endorfinas, catecolaminas y encefalinas, entre otros. "Las betaendorfinas (hormonas del bienestar) son antiage -agregó la profesional-, por eso el placer también es salud", remarcó Kahan. "Comer chocolate, tener relaciones sexuales, disfrutar de un buen vino o de la comida preferida generan endorfinas que mejoran el sistema inmune", agregó.

De igual forma, los productos cosméticos elaborados conforme las normas de la biocosmética mejoran la capacidad de las funciones celulares, frenando las posibilidades de desarrollar enfermedades.

Finalmente la doctora Kahan mencionó a los bioflavonoides (antioxidantes), presentes en los buenos vinos; las frutas y verduras como alimentos benefactores, y recomendó evitar las frituras y azúcares, así como la carne de pollo (salvo los de huertas orgánicas), por los agregados en hormonas y antibióticos.