El boom de la construcción disparó el número de albañiles en Rosario

La cantidad de obreros se duplicó respecto del año pasado. En 2005 ya suman más 9 mil en actividad

Pablo R. Procopio / La Capital

¡Peligro, obreros trabajando! El cartel amarillo y escrito con letras negras, típico de las obras en construcción, se lee cada vez más en la ciudad. Es que la cantidad de operarios del rubro viene in crescendo a un ritmo tan acelerado que se duplicó respecto del año pasado y se quintuplicó en comparación con el 2003. Según los registros de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) en ese año trabajaron 1.800 personas en todos las obras civiles de la segunda circunscripción de la provincia (excepto San Lorenzo), al año siguiente lo hicieron 4.500, mientras que en la actualidad lo vienen haciendo 9.300 y la tendencia va en ascenso. Tanto es así, que se prevé que superará el récord de la década del 70.

El pronóstico, también expresado a través de los números oficiales que aporta la Dirección General de Obras Particulares de la Municipalidad de Rosario (ver página 4) es un correlato casi perfecto de la sensación térmica que se vive en el sector de la construcción. De hecho, los empresarios del rubro dieron cuenta de un sustancial crecimiento durante 2004 respecto de los años anteriores y evidencian una proyección creciente que este año ya está en marcha.

El aumento de los niveles de edificación está registrado en las estadísticas que elabora la Secretaría de Estado de Trabajo de la provincia. En efecto, esos datos también muestran la tendencia creciente e incluso ponen de manifiesto el impacto en los números generales del mercado de trabajo para el departamento Rosario.

Los guarismos que se registran mes a mes son elocuentes. Durante mayo, se incorporaron al ámbito laboral 5.098 empleados en todos los rubros, de los cuales 1.176 se enmarcan dentro de la órbita de la construcción, o sea el 23 por ciento del total de los ingresos. "Este sector es uno de los que más tracciona el índice general", dijo a La Capital el director provincial de Trabajo para la zona sur, Carlos Corbella.

En otro orden, los trabajadores mercantiles también suben día a día. En mayo se incorporaron al mercado de empleo 1.438, lo que representa el 28 por ciento del total. El tercer lugar es para los metalúrgicos con 537 puestos incluidos en mayo, es decir un 10,5 por ciento.

"En general la construcción y el comercio son los gremios que más contribuyeron a esta situación", demostró Corbella con los guarismos en la mano. La tendencia se viene observando desde el año pasado y cada una de esas dos áreas siempre superaron el 20 por ciento. Esta circunstancia demuestra que se trata de dos sectores "muy dinámicos", señaló el funcionario, antes de agregar que "no se trata simplemente de una situación coyuntural, sino de algo que se va a prolongar en el tiempo".

Fue el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), Oscar Hugo Astrada, quien difundió los datos sobre el aumento de los obreros, aunque sin contar a los albañiles que se desempeñan en negro y que elevarían mucho más los indicadores. "En 2003 se vivió la historia negra de nuestro gremio; sólo había 1.800 trabajadores", expresó. No obstante, ese número dio repentinamente un vuelco favorable. Al año siguiente se llegó a 4.500 y en 2005 ya hay 9.300, una cantidad que viene creciendo y que podría incluso batir el récord de 10 mil correspondiente a los primeros años de la década del 70.

"Esto habla a las claras de la reactivación que se vive en estas filas", remarcó el sindicalista. Una cuestión observada en las obras que permanecen en ejecución y otras tantas terminadas en el ámbito público como en el privado. Por ejemplo, la planta de la cerealera Cargill que se levanta en Villa Gobernador Gálvez emplea a cerca de 600 personas y se presume que llegaría a 2.000, lo que abre aún más y mejores perspectivas.

Las esperanzas de Astrada también siguen el curso de estos aumentos ya que todavía hay muchos proyectos en camino. Uno de ellos es la torre Aqualina, que se construye en Alem y San Luis, y que tendrá 39 pisos.

Lejos de pensar en estancamiento, las buenas perspectivas se mantendrán a raíz de las inversiones previstas que ya no estarán atadas al dinero proveniente del sector agropecuario -que seguirá estando activo-, sino a clientes que recompusieron su capacidad de compra y demandan bienes.

Para varios empresarios de la construcción, además de los tradicionales inversores y el dinero que llega del campo "existen fondos de gente que ante la ausencia de otras opciones financieras eligen inversiones productivas como la edificación de inmuebles".

Las buenas perspectiva se mantendrán gracias a las inversiones.