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jueves,
02 de
junio de
2005 |
¿A quién
votamos?
Dice el preámbulo de nuestra Carta Magna que entre los objetivos de los representantes del pueblo reunidos en congreso general constituyente está promover el bienestar general. Cuando se dice general entiendo que no hay exclusión y que todos tenemos derecho a gozar de una vida digna, siempre que hagamos el esfuerzo para merecerla. Por eso creo que quien trabaja con honestidad, eficiencia y ahínco debe ser remunerado de acuerdo a sus logros. En ninguna empresa privada premian con sueldos ostentosos al ineficaz y falto de iniciativa para generar condiciones que aumenten su potencialidad. En el caso de nuestros políticos hemos podido comprobar (a juzgar por los resultados obtenidos) que hemos pagado con remuneraciones y sobresueldos extraordinarios a una dirigencia incapaz, cuyo logro más manifiesto ha sido endeudar al país en miles de millones de dólares. Mientras, la clase pasiva en la que yo me encuentro ve cómo día a día sus ingresos se deterioran continuamente sin tener la posibilidad de remediarlo. Somos jubilados que tenemos que pagar el pan y el salame igual que el ministro que aumentó su sueldo en un ciento por ciento. Se acercan las elecciones y con ella la eterna disyuntiva: ¿a quién votamos? Seguimos como siempre ¿o es preferible dejar la nave al garete para que por sí sola arribe a un destino más feliz que el que nuestros gobernantes no pudieron, no quisieron o no supieron conseguir?
Jorge Enrique Mayoral
DNI 4.784.342
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