Reacción ante un claro peligro en Gutenberg y Montevideo

Empezaron a demoler peligrosas ruinas de una fábrica incendiada

El municipio actuó pocas horas después de un artículo de La Capital

La Municipalidad intervino de oficio en la colchonería siniestrada de Gutenberg y Montevideo y comenzó a derribar ayer las paredes y muros que significaban un riesgo para las personas que ingresaban al predio para sustraer ladrillos o hierros. Además, la directora de Control Ambiental, Daniela Mastrángelo, adelantó que en los próximos días "se tomarán muestras de tierra para comprobar si existe peligro de contaminación", ya que en la fábrica se trabajaba con tolueno, un compuesto altamente tóxico.

Así, horas después de que La Capital publicó un artículo en el que dio cuenta del peligroso saqueo que se estaba realizando en las ruinas de la fábrica, donde un grupo de jóvenes trepaba a diario sobre inestables muros de tres metros, el municipio tuvo una rápida reacción.

Luego de realizar las gestiones judiciales para ingresar a la propiedad, varias máquinas de la Dirección de Obras Públicas iniciaron durante la mañana la demolición de las paredes con riesgo de derrumbe. Y una empresa de publicidad estática colocará paneles en unos 120 metros, mientras que otros 80 metros serán cubiertos con malla sima (enrejado de hierro) para evitar el ingreso de extraños dentro del predio.

Según explicó el director de Obras Particulares, Eduardo González, "el operativo se venía planificando desde la semana pasada, pero cuando recibimos la notificación de que el dueño no podía afrontar los gastos para el cercado y la seguridad, decidimos intervenir para proteger la vida de quienes ingresan al predio".

González explicó además las medidas que se adoptaron en la fábrica de colchones Schneider SA. "Si disponemos de todas las máquinas estaremos concluyendo a más tardar mañana (por hoy). Solamente nos resta esperar la disponibilidad de un elevador para retirar unas vigas de hierro que son muy pesadas y peligrosas si se desprenden", precisó.

En tanto, la directora de Control Ambiental del municipio anticipó que en los próximos días "se tomarán muestras de tierra en el sector donde no hay piso de material para comprobar si existe riesgo de contaminación", ya que además de comercializar colchones, la empresa siniestrada se dedicaba a la fabricación de goma espuma y almacenaba un producto altamente tóxico y nocivo como el tolueno.

Sin bien no se conocieron detalles de las pericias que se realizaron luego del incendio que consumió la fábrica el pasado 12 de abril, los tanques donde se almacenaba el tolueno no habrían estado bajo tierra, como sospechaban los vecinos. Según trascendió, los bomberos habrían retirado los recipientes luego de sofocar el fuego. Este era otro de los aspectos que inquietaba a los residentes de la zona ante una posible contaminación ambiental.

Los vecinos habían realizado reiterados reclamos a las autoridades municipales porque la industria no reunía las normas básicas de seguridad. Imprevistamente, un día antes del control que iba a realizar personal de Política Ambiental y por razones que aún se investigan, la fábrica de colchones que ocupaba media manzana en Gutenberg y Montevideo se incendió.

Las topadoras comenzaron ayer a demoler los peligrosos tapiales.