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miércoles,
25 de
mayo de
2005 |
Kirchner criticó a los piqueteros
pero insistió que no los reprimirá
Instó a estos movimientos de desocupados a exponer sus reclamos sin perturbar los derechos de otros ciudadanos
El presidente Néstor Kirchner les pegó ayer a los movimientos piqueteros que continúan con las protestas callejeras y pidió que paren los cortes de calles, al tiempo que intentó bajarles el tono a las polémicas con la Justicia y con la Iglesia.
Kirchner afirmó que "una verdadera libertad de expresión y de ideas debe desistir del procedimiento de cortar calles".
"Una verdadera libertad de expresión, de ideas, debe desistir definitivamente del procedimiento de cortar calles porque eso es quitarle derecho a otros argentinos que también trabajan y también sufren", sostuvo en una entrevista que concedió a Radio 10.
Además, señaló que "poco a poco, en paz, en convivencia, sin represión y demás, el movimiento piqueteril tal cual lo conocimos ya tiene otros roles totalmente diferentes, porque ahora cuando alguien sale a cortar la calle son movimientos políticos o sindicales, pero ya no es esa expresión anárquica que se veía".
"El camino es exponer las ideas en diferencia sin perturbarnos. Uno puede hacer una movilización sin tener que cortar la voluntad del resto", insistió.
También salió a bajarle la tensión a las asperezas que mantuvo en los últimos días con la Corte Suprema de Justicia y la Iglesia. Al referirse al máximo tribunal, le respondió al ministro Carlos Fayt: "Me sentiría muy mal que un juez sea del presidente, porque entonces todo lo que hemos hecho no hubiera servido para nada". Sin embargo, reivindicó su derecho, "como argentino y como presidente, a opinar".
El primer mandatario afirmó que está "muy contento" con esta Corte y señaló que "en ningún momento quise, ni voy a tratar de trabar, lo que tanto estoy intentando ayudar a construir, que es la independencia de la Justicia". Luego dijo estar "de acuerdo" con los jueces de la Corte Fayt y Eugenio Zaffaroni, quienes defendieron la independencia del Poder Judicial. En ese sentido, señaló que "es una obviedad" lo manifestado por el titular del máximo tribunal. "Está visto que no hemos designado ningún juez dependiente de este Ejecutivo", observó.
"Que yo opine, no quiere decir que le esté dando una orden a un juez, ni a favor ni en contra. Estoy opinando sobre un hecho que me conmovió, que conmovió a los argentinos, y hay 193 argentinos que murieron inexplicablemente", afirmó el presidente.
Con respecto a las supuestas asperezas con la Iglesia surgidas a raíz del traslado del tedéum por el 25 de Mayo a Santiago del Estero, Kirchner minimizó su decisión y aseguró que quien "quiera ver una motivación diferente (sobre el tema) está viendo algo equivocado".
"Yo tengo una visión federal, soy un hombre del interior del país. Quisimos hacerlo en la madre de las ciudades, que es Santiago del Estero", afirmó el primer mandatario.
Sin embargo, Kirchner aclaró que "cuando la Iglesia opina de temas terrenales" tiene "acuerdos y desacuerdos".
Paso a paso
En el terreno económico, Kirchner dijo que "hay que ir paso a paso" para mejorar la distribución del ingreso, para reforzar el proceso de reindustrialización y que el país tenga "un futuro estratégico y previsible".
Al cumplir el segundo aniversario de su gestión, Kirchner ponderó las cifras económicas, planteó la necesidad de reducir la pobreza, la indigencia y el desempleo y de "recuperar a la clase media", como aspectos que deben ir a la par del fortalecimiento del proceso de reindustrialización.
"Soy consciente, tengo los pies en la tierra, que esta Argentina todavía está en el infierno, no es la Argentina que nosotros pretendemos. Pero para salir hay que ir paso a paso", sostuvo.
El jefe del Estado subrayó que la Argentina está "saliendo" del infierno y confió en que, cuando finalice su mandato, en 2007, el país "esté a las puertas del purgatorio".
Kirchner condensó los datos positivos y mencionó: "El crecimiento del producto bruto interno, del 9 por ciento, y del consumo; la baja de la indigencia y de la pobreza, el próximo anuncio que también reflejará la baja del desempleo, el crecimiento del empleo formal y el canje de deuda".
Sin embargo, reconoció que "hay mil asignaturas pendientes y que nadie puede solucionar en dos años", aunque definió: "Vamos avanzando, nos vamos sintiendo un poco mejor, y teniendo un poquito más de previsión estratégica".
"Obviamente, entre lo óptimo y lo que estamos, falta muchísimo. Es gradual, es paso a paso, y el voluntarismo o el discurso fácil nos va a llevar a nuevos dolores de cabeza", mencionó.
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Kirchner se despachó contra los piqueteros.
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