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 miércoles, 25 de mayo de 2005  
Alcohol, velocidad y resistencia a la autoridad en el prólogo de una tragedia
El joven que conducía el BMW tenía antecedentes por haber manejado ebrio
Dos meses atrás participó de un choque en el Paseo Ribereño. Le abrieron una causa por agredir a un taxista y a un policía. Un año antes le habían remitido el auto al corralón por dar positivo en un test de alcoholemia

Andrés Abramowski-María Laura Cicerchia / La Capital

Dos meses antes del trágico accidente que costó la vida de dos adolescentes, el joven conductor del BMW estrellado en el parque Norte la mañana del domingo había protagonizado otro incidente de tránsito que le valió el inicio de una causa por resistencia a la autoridad y lesiones contra personal policial. Y un año antes de esa fecha, la Dirección de Tránsito municipal remitió el auto que conducía al corralón luego de un control de alcoholemia con resultado positivo. Meses después, en octubre de 2004, el joven renovó su licencia de conducir con la autorización de sus padres.

El domingo pasado a las 7 de la mañana Matías Capozuca, de 19 años, guiaba a gran velocidad una cupé BMW negra por avenida Rivadavia. Con él viajaban Nayib Sebastián Abraham, de 19; Ursula Notz y Carla Alfaro, ambas de 16. Por razones que aún no se han determinado del todo, Capozuca perdió el control del vehículo e impactó contra varios árboles del parque Norte. Abraham y Notz perdieron la vida en el acto, mientras que Alfaro quedó gravísima en el Heca.

Capozuca, que sólo sufrió raspones, no pudo ayer declarar ante el juez Correccional Nº10, Daniel Acosta. Si bien llegó a Tribunales al mediodía, tal como estaba previsto, debió retirarse a raíz de una crisis de llanto. Sin embargo, alcanzó a confesar que había bebido alcohol, lo cual coincide con un dosaje que le realizaron y arrojó un nivel de 2 gramos por litro de sangre al momento del accidente (ver abajo).

Dos meses atrás, el 13 de marzo, Capozuca conducía un BMW a nombre de su padre -no era el mismo con el que se estrelló el domingo- por el Paseo Ribereño. Eran cerca de las 8 de la mañana cuando impactó de atrás a un taxi que a su vez había chocado contra un Volkswagen Gol. El joven estaba acompañado por un hermano suyo de 17 años, un amigo de 18 y Nayib Abraham.

Esto fue confirmado por el titular de la seccional 10ª, el comisario Walter Miranda, quien aclaró que "la policía no debería haber intervenido porque no hubo lesionados en el accidente". Sin embargo, efectivos del Comando Radioeléctrico actuaron porque Capozuca comenzó a agredir al taxista. "Hubo un choque en cadena en avenida Colombres al 1300. Cuando llegó una patrulla del Comando encontraron a un inspector de la Guardia Urbana Municipal (GUM) tratando de dirimir los problemas. Al parecer Capozuca estaba muy alterado. Según el parte, le había pegado al taxista, insultó al efectivo de la GUM y le rompió la campera a un policía, por lo cual se lo demoró en la comisaría", relató Miranda.

En la seccional de Darragueira al 1100 Capozuca declaró, fue fichado y luego de unas horas recuperó la libertad porque no tenía antecedentes. En el Juzgado Correccional Nº8 se le inició una causa por resistencia a la autoridad, lesiones, amenazas y daño. Según fuentes del caso, en el acta constaba que el joven tenía un "fuerte aliento alcohólico" y que estaba "exaltado, al punto de insultar incluso a su padre" cuando éste fue a buscarlo a la comisaría.

Por este hecho, el juez correccional Edgardo Bistoletti ordenó un sumario pero no alcanzó a indagarlo. Sin embargo, es probable que la causa más reciente -la del accidente del domingo pasado- se acumule con aquella, por lo cual ambas quedaría en manos del mismo magistrado.


Hace sólo un año
Hace casi un año, el sábado 29 de mayo de 2004, Capozuca fue interceptado a las 4.35 por inspectores de Tránsito que realizaban un control de alcoholemia en Santa Fe y Dorrego. El resultado del dosaje fue de 0,98, "casi un gramo de alcohol por litro de sangre", graficó la titular de la repartición municipal, Hebe Marcogliese, y explicó que el mínimo permitido por ley es de 0,50.

La funcionaria confirmó que el muchacho conducía un Chevrolet dominio CEG967 que estaba a nombre de su madre y reveló que al principio Capozuca se resistió a que se remitiera el auto al corralón. "Pero, logró ser convencido antes de que hubiera que derivar el caso a la policía", aclaró.

Marcogliese añadió que el joven contaba con una "falta leve" anterior, en 2004, por mal estacionamiento y falta de documentación, y confirmó que no hay registrados en esa dirección vehículos a su nombre.

Asimismo, admitió que los padres de Capozuca autorizaron a que el joven renovara la licencia de conductor -por ser menor de 21 años, el carné tiene un año de validez y se otorga con permiso de los progenitores- en octubre de 2004. "A pesar de esos antecedentes al volante ellos estuvieron de acuerdo con que el chico siguiera manejando", consideró la directora de Tránsito.

Marcogliese opinó sobre el accidente del domingo que "se conjugaron todos los factores de riesgo: joven al volante, alcohol, velocidad y el porte del vehículo. Fue como una ruleta rusa con una total indiferencia para con cualquier posibilidad de peligro, algo superior a la negligencia. Una indiferencia tal que parecería deliberada".
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Matías Capozuca llega al tribunal. Una crisis de llanto le impidió declarar

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