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miércoles,
25 de
mayo de
2005 |
Sospechas sobre la desaparición de un anciano
Buenos Aires- Un anciano inválido que desapareció la semana pasada de su casa de Temperley no salió del país y su hijo aseguró que no lo ve hace 30 años, por lo que crecen las sospechas de que lo pudieron haber asesinado, internado ilegalmente o privado de su libertad para apropiarse de su casa, informaron fuentes judiciales.
A seis días de la desaparición de Leonardo Parajón, de 73 años, los investigadores mantienen la hipótesis de que el anciano fue desalojado a la fuerza por "okupas" y dejado abandonado en algún geriátrico u hospital o incluso temen que haya sido asesinado y su cadáver ocultado.
El fiscal y los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora que trabajan en el caso, lograron localizar al hijo de Parajón, pero éste no pudo aportar nigún dato sobre su paradero ya que les explicó que hace 30 años que no veía a su padre y que no tenía la menor idea de dónde puede estar.
La vivienda de Parajón está situada en Mitre 1405 de Temperley, partido de Lomas de Zamora, donde los vecinos notaron el jueves pasado su ausencia y la aparición de un extraño en la casa.
Fuentes judiciales indicaron que fueron los mismos vecinos que dos veces por día le daban de comer por sus problemas de motricidad quienes presentaron la denuncia de su desaparición.
El extraño les dijo a los vecinos que le había comprado la casa al anciano, aunque la propiedad nunca estuvo en venta, dijeron las fuentes. El hombre dijo que el anciano le pidió 70 mil pesos, pero acordaron la compra en 50 mil, cuando en realidad es una casa que en el mercado cuesta 180 mil, según confiaron voceros judiciales.
Lo que el supuesto nuevo propietario no pudo explicar es por qué la cerradura de la puerta de la casa estaba violentada, según contaron los investigadores.
El hombre negó ser un usurpador y dijo que la operación inmobiliaria se hizo en una escribanía donde existe un boleto de compra-venta con una firma atribuida a Parajón, que será sometida a pericias caligráficas para certificar su autenticidad.
Algunos vecinos declararon en la causa que vieron cómo aquel día Parajón era subido a un automóvil por cuatro hombres en la puerta de su casa de Temperley. (Télam)
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