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miércoles,
25 de
mayo de
2005 |
La anticoncepción quirúrgica sigue
enfrentando a la Iglesia con el Estado
El arzobispo Mirás criticó la ligadura de trompas que, para el gobierno provincial, permanece "en vigencia"
Las discrepancias por la anticoncepción quirúrgica continúan dividiendo las aguas entre la Iglesia y el Estado. Las opiniones desde ambos sectores pusieron ayer de manifiesto la defensa y el ataque a este tipo de prácticas. "Obviamente que se trata de un método ilegítimo que no respeta la moral natural, el orden de la naturaleza". Con esta frase, el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Mirás, criticó la ligadura de trompas y la vasectomía. Por su parte, el ministro de Salud provincial, Juan Sylvestre Begnis, instó a seguir debatiendo el tema y defendió la ley que permite ambas intervenciones al decir que está "en vigencia".
Mirás volvió a cargar las tintas en contra de los métodos anticonceptivos "no naturales" y las campañas de difusión masiva para evitar embarazos no deseados. "No se hace educación repartiendo preservativos", disparó ayer el también presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
El arzobispo estuvo en la inauguración de una rampa mecánica en la Defensoría del Pueblo y habló sobre la educación sexual, entre otros temas políticos y sociales, ante la inminencia del 195ºaniversario de la Revolución de Mayo, que se conmemora hoy.
Así, el prelado entró en la polémica que se disparó hace diez días acerca de la ley que permite realizar ligaduras de trompas o vasectomías, pero que aún no fue reglamentada por el Poder Ejecutivo provincial.
No obstante, durante el acto por los 95 años de vida del hospital del Centenario, el ministro Sylvestre Begnis adelantó que le elevó al gobernador Jorge Obeid el texto para que firme el decreto correspondiente.
Sin embargo, defendió la posibilidad de que las prácticas se realicen sin la necesidad de la reglamentación. Si bien recordó que la Municipalidad insistió que es indispensable firmar el decreto, dijo que "se hará una redacción muy leve ya que la reglamentación toca muy pocas cosas; la ley tiene en sí misma un texto muy claro".
El ministro puso de manifiesto también que estos procedimientos "se hacen con la firma del consentimiento de los pacientes". Para marcar diferencias, opinó que "la legislación anterior establecía a las ligaduras de trompas como un daño y las castigaba penalmente". No obstante, indicó que "es un hecho jurídico muy claro que cualquier ley nueva deja sin efecto a las reglamentaciones anteriores que se opongan".
-¿De todos modos, puede ponerse una fecha a la reglamentación para evitar más polémica?
-A mí me encanta que haya polémica porque esto nos permite difundir la anticoncepción; me parece importante no cerrar esta discusión. Ojalá que los medios me pregunten todos los días lo mismo.
En otro orden, el titular de la cartera sanitaria remarcó que, igualmente, la reglamentación establece que para los profesionales no es obligatorio hacer estas intervenciones. "Es facultad de los médicos decidir qué hacer sin siquiera esbozar una razón", subrayó.
El origen de la polémica
La controversia sobre la utilización de los métodos de anticoncepción quirúrgica se hizo pública cuando una mujer de 42 años, integrante de la comunidad toba y que espera su undécimo hijo, solicitó a los profesionales del Centenario que le ligaran las trompas, cuestión que le fue denegada por la falta de la normatización de la ley aprobada el año pasado.
Mirás opinó que "ese caso concreto y específico deberá ser tomado así, como un caso concreto y específico". E inmediatamente remató: "Yo personalmente no voy a cambiar mi modo de pensar". Para el prelado la clave de todo está "en la educación, en una clarísima educación, porque no se educa simplemente repartiendo preservativos, educar es hacer comprender que hay otros caminos, más sanos y que no contradigan el orden mismo de la naturaleza", abundó.
El clérigo además advirtió que este planteo no es exclusivamente evangélico sino que atañe "a la moral natural".
Mirás tuvo una consideración especial hacia las mujeres y lamentó que todas las cuestiones acerca de su salud sexual o procreación responsable caigan ineludiblemente sobre el género femenino. "Todas estas cuestiones siempre recaen sobre la mujer porque acá no sólo se está hablando de la ligadura de trompas, sino también de la esterilización del varón, pero seguro que ningún hombre la va a pedir ni tampoco una mujer lo solicitaría para su marido o para su compañero, esa es una perspectiva que hay que tener en cuenta", agregó.
Luego aclaró que no sólo opinó como cristiano sino que sus consideraciones están enmarcadas dentro de la "moral natural". En ese marco hizo referencia a las formas alternativas para la procreación responsable que no incluyen métodos anticonceptivos quirúrgicos.
Finalmente, aunque con una sonrisa, apeló a la "misericordia" de los periodistas. "Les pido por el amor de Dios que no me pregunten más sobre estas cosas porque todos saben cómo pienso y cómo piensa la Iglesia y tanta otra gente de buena voluntad que quiere seguir el orden de la ley de la naturaleza", finalizó.
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El arzobispo Mirás bendijo ayer una rampa mecánica en la Defensorìa del Pueblo.
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