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miércoles,
25 de
mayo de
2005 |
Contaminación
auditiva
Debemos destacar la preocupación de las autoridades municipales para tratar de reducir la contaminación visual en las calles del centro rosarino. Interpreto que también deberían ocuparse de reducir a su mínima expresión la contaminación auditiva. Sin embargo en este sentido y a mi entender es el propio municipio un agente contaminante dentro del área central: basta con caminar por la peatonal Córdoba en el cruce de cualquier calle para que el desprevenido transeúnte sienta retumbar en sus oídos los silbatos de estos jóvenes que dirigen el tránsito. Por la presente solicito que se midan los niveles de contaminación auditiva generados por esta causa y que la Dirección de Tránsito se ocupe de solucionar esta cuestión. Si los actuales automóviles modificaron sus bocinas para no generar tanto ruido, deben suministrar a sus inspectores silbatos que no perforen los tímpanos de los que caminamos por la peatonal.
Alfredo Juan Brunotti, LE 6.076.179
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