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 domingo, 17 de abril de 2005  
Rosario desconocida
Escuelas de amor y olvidos
Distintos centros educativos reclaman mantenimiento

José Mario Bonacci (*)

En anterior entrega Felipe Pigna enriqueció estas columnas al citarse su obra "Los mitos de la historia argentina". Es necesario volver a ella recordando párrafos que ilustran sobre el universo de la educación pública. Refiriendo a Moreno, entrega una expresión contundente del secretario de la Junta de Mayo. "Nada hay más digno de atención de los magistrados que promover por todos los medios la mejora de la educación pública". Moreno creó la jubilación para todos los docentes de aquellos tiempos y la instrucción de quienes debían ayudar a la liberación de la patria. "El oficial de nuestro ejército después de asombrar al enemigo con su valor, debe ganar a los pueblos por el irresistible atractivo de su instrucción". Y ya extendiendo el pensamiento al conjunto social todo: "Si los pueblos no se ilustran, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que sabe, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos, sin destruir la tiranía".


Escuela Belgrano
Suficiente para hacer carne en las conciencias lo que la instrucción pública significa para un país. Analizar algunos ejemplos en nuestra ciudad con referencia al problema ayuda a razonar sobre ellos. Manuel Belgrano, da su nombre a la escuela ubicada en Jujuy 1963. Se construyó en 1927, cuando el país se contaba entre los más ricos del mundo y la ciudad alcanzaba el rango de primera exportadora mundial de granos. Emociona la fachada del establecimiento, de monumental escala urbana. Imponentes interiores como el salón de actos en el primer piso, generosidad espacial en ideas dependencias y detalles de riqueza en terminaciones y ornamentos hacen a su clima general. Posiblemente sea la de mayor porte "escenográfico" en el medio. Hoy esa fachada que en sí misma es soporte de una verdadera eclosión visual con esculturas, textos y detalles estilísticos, pide a gritos los necesarios trabajos de restauración y limpieza, que no se realizan desde muchas décadas atrás. Como templo de la instrucción y del saber sus interiores denuncian el paso de los años sin recibir mantenimiento adecuado. El inmenso vitraux que acompaña el ascenso de la escalera principal está prácticamente desaparecido. El ideario de Moreno no está siendo escuchado ni respetado...


Juana Manso
La Escuela Juana Manso de Mitre 2345, se inauguró en 1929. Su hermana melliza en Ayolas 580 bajo el nombre de Esteban Echeverría comparte con la anterior su rostro urbano. Idénticas fachadas y resoluciones interiores, hablan de un programa común, vecino en fechas a la anterior.

En calle Ayolas se alimentan nuestros recuerdos del "segundo hogar" que cobijó el final del ciclo primario. El vaso de leche, el sabor de sandwiches inmensos, el intercambio con compañeros y maestros estupendos alegraban el descanso para volver al estudio. Hoy aquellos espacios queridos denuncian el abandono. En su techo coronado de rojas tejas nacen yuyos y arbustos que seguramente terminarán ocasionando su caída. Desidia y desentendimiento egoístas siguen desoyendo a Moreno y a quienes prestan sus nombres para los edificios.

Pigna entrega la expresión de Manuel Belgrano diciendo "mucho me falta para ser un verdadero padre de la patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella... ¿Cómo se quiere que los hombres tengan amor al trabajo, que las costumbres sean arregladas, que haya copia de ciudadanos honrados, que las virtudes ahuyenten los vicios y que el gobierno reciba el fruto de sus cuidados si no hay enseñanza, y si la ignorancia va pasando de generación en generación con mayores y más grandes aumentos?..Y luego de luchar por la libertad agrega "...he creído propio de mi honor y de los deseos por la prosperidad de mi patria, destinar los cuarenta mil pesos que me fueran otorgados como premio por los triunfos de Salta y Tucumán para la dotación de escuelas públicas de primeras letras". Belgrano brindó un reglamento para futuras es cuelas influenciado por su contemporáneo, el pedagogo suizo Juan Enrique Pestalozzi (1746-1827).

La escuela de Mendoza 3969 con una vida de ochenta y dos años, lleva su nombre en homenaje... El dinero donado por Belgrano cayó en las fauces de la inercia, rodando en la pendiente de un proceso inaudito con más de ciento noventa años sin solución final. La donación de Belgrano en pesos oro, más el interés fijado hasta satisfacción de su deseo es hoy de ciento treinta y tres billones, ciento veintiún mil ochenta y un millones doscientos cincuenta y siete mil cuatrocientos treinta y ocho pesos. Este verdadero ejemplo del horror y el terror administrativo lo brinda Pigna en su esclarecedora obra... "Ay Patria mía..."! El lamento está prendido a los muros de San Telmo en donde Belgrano encontró la muerte inmerso en la más terrible pobreza. Es la reflexión sobre estos casos, la que puede ayudar a encontrar el camino para lograr la extinción definitiva de la ingratitud. Los grandes hombres que fundaron la nacionalidad y quienes la mantienen con la honestidad de su trabajo febril día por día, no merecen tanto olvido y tanta pena. Y es entonces con esa premisa, que se puede avisorar un futuro que homenajee a la vida, en donde la instrucción y el conocimiento profundos claven sus raíces en las tierras del porvenir, para evitar ser dominados. Será el arribo de nuevos tiempos alimentados con pensamientos fundantes que mantengan vivos a Moreno, a Belgrano y a tantos más dispuestos hoy a proteger lo que nos pertenece por derecho humano.

Que las escuelas y centros del saber de la ciudad y del país, cualquiera sea su rango y su nivel, sean los talleres en donde se forjen intelectualmente las raíces de la nueva realidad. Una ciudad que recibió a Belgrano y lo fijó en la historia como padre de la bandera nacional...

Las escuelas sin olvidos, serán los templos del amor y uno de los caminos posibles para homenajear a quienes dieron su esfuerzo y su vida para que podamos avanzar sin culpas resonando en las conciencias....

Mientras los deseos no se alimenten con empeño, eso no será posible... Ay, patria nuestra !...

(*)Arquitecto

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En la escuela Manuel Belgrano faltan trabajos de restauración.

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