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 domingo, 17 de abril de 2005  
Encuentro Mujer y Sociedad
Creatividad en acción
Entrevistas a Marisa Gatti, docente defensora del concepto de inteligencias múltiples, y Noemí Girbal, directora del Conicet. Ambas disertarán en la jornada del jueves próximo, auspiciada por La Capital

Noemí Girbal es la primera mujer en ocupar el puesto de directora dentro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Conicet. La profesora y doctora en historia tiene un marcado perfil agrario y regional, y es autora de cuatro libros y de más de cien artículos. "Habría que analizar por qué en los últimos tiempos las ciencias sociales han concentrado un número importante de mujeres, contrariamente a lo que luego se observa en el ámbito laboral. Existen dos grandes causas para esto: las características propias de la ciencia y porque se trata de un área donde surgen nuevas posibilidades. El hombre, en cambio, busca otras oportunidades y se inclina por puestos económicamente más atractivos", alude la investigadora quien actualmente se desempeña en la Universidad de Quilmes, provincia de Buenos Aires.

Graduada como profesora de historia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, tres años más tarde obtuvo también el doctorado en la misma facultad. Girbal comenzó su carrera en el Conicet hace más de veinte años (1977) como directora adjunta. El camino por cargos dentro del organismo le valieron vasta experiencia y el respeto de sus colegas. Actualmente se desempeña como investigadora superior del Conicet y directora en el área de Ciencias Sociales y Humanidades. A punto de concluir su gestión y con las elecciones internas a su favor su mandato podría prorrogarse por cuatro años más, aunque todavía falta la aprobación del presidente de la Nación.

En la Universidad Nacional de Quilmes, Girbal es profesora titular ad honorem del área de historia argentina y directora del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas. "Sin conocimiento, el futuro se aproxima como una sociedad de excluidos", subraya.

En el 2003 obtuvo un importante reconocimiento por su trabajo acerca de los "Mitos, paradojas y realidades en la Argentina peronista desde 1946 a 1955". La investigadora sostiene que recopilar datos requiere de mucha movilidad y recurrir a fuentes poco tradicionales como las publicaciones, las memorias y también los registros bancarios. Actualmente junto a un grupo de investigadores trabaja en el programa "Continuidades y cambios en la Argentina rural del siglo XX", con sede en la Universidad de Quilmes.

A la hora de difundir su opinión sobre el papel de la mujer en el ámbito laboral y profesional, la historiadora se muestra equitativa. "Hay que respetar los antecedentes de las personas más allá del género, y esto no se da. La mujer es eficiente y no improvisa, se prepara para la función que tiene que cumplir", sostiene.

Además de ser la única mujer que hasta el momento ocupó el cargo de directora en el Conicet fue también pionera integrando el directorio de la Universidad de la Plata. "Cada cargo tiene su encanto y sus particularidades, destaco mi trabajo actual donde cumplo la función de investigadora dentro del máximo organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología. Agradezco poder ganarme la vida haciendo lo que me gusta", culmina diciendo la profesional.


Otra forma de enseñar
"La inteligencia es cultura y todas las personas nacemos inteligentes, depende del docente descubrir la faceta de cada alumno, teniendo en cuenta la diversidad y las diferentes formas de aprender". Con esta reflexión la licenciada y docente Marisa Gatti abre el diálogo con Mujer acerca de las inteligencias múltiples, cómo aplicarlas y los beneficios que generan en el aula. Marisa vive y trabaja en Sancti Spíritu, una localidad de apenas tres mil habitantes, ubicada al sur de la provincia de Santa Fe.

Con 34 años ejerce la docencia en la sala de cuatro años del Jardín Nucleado Nº 8169. Cursó estudios en Buenos Aires y obtuvo la licenciatura en nivel inicial en la Universidad del Salvador. Inspirada en una tesis de la carrera comenzó a investigar la teoría de las inteligencias múltiples. Luego de desempeñarse en forma itinerante logró obtener la titularidad en el cargo.

A través de los conocimientos adquiridos y la temprana experiencia que comenzó a acreditar en el tema, Marisa presentó un proyecto sociabilizador y ganó un concurso en la ciudad de Bahía Blanca.

-¿Cómo empezaste a interesarte por el tema?

-Cuando tuve que hacer la tesis con un grupo de compañeras nos propusieron investigar sobre la teoría de las inteligencias múltiples. Allí comenzamos a empaparnos de los conceptos de Howard Gardner quien como neuropsicólogo abordaba el significado de la inteligencia desde las neurociencias.

-¿Qué significa la inteligencia desde estos lineamientos?

-La inteligencia es cultura y todas las personas nacemos con esta cualidad, depende del docente descubrirla.

-¿Cómo aplicas este concepto en el aula?

-Como docente es necesario descubrir de qué manera aprende cada alumno. Las maestras jardineras debemos potenciar la inteligencia así como las habilidades. A mí me gusta la narración pero tengo dificultades y no me siento cómoda para las matemáticas. Si les gusta y tienen aptitudes para la música, aprenderán las estaciones del año cantando. La ubicación y disposición de los niños en el aula también es importante. Nunca deberán ubicarse uno detrás del otro porque no podemos ver su cara, la boca y la postura.

-¿Qué pasa cuando el niño ingresa en la EGB?

-A veces se complica. Por eso es muy importante difundir estos lineamientos. Es preciso no estancarse en las materias académicas como lengua y matemáticas. La EGB tiene que cambiar. Hay que ir de a poco, primero conocer la teoría y luego demostrar lo que aprendiste. Nuestro jardín es el único en Sancti Spirítu. Trabajamos con un grupo abierto que contiene a 150 niños. En la rutina no existe canal para el aprendizaje. Nosotros nos enriquecemos con lo mismo que los chicos se fortalecen.

-¿Por qué es tan importante conocer al niño y saber de su entorno?

-Conocer al pequeño y su entorno abre un abanico de posibilidades que hay que saber tratar para que pueda volcarlas en positivo. A veces la fortaleza surge desde las carencias.

Paulina Schmidt


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