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domingo,
17 de
abril de
2005 |
El Jockey pierde fortunas con el hipódromo
y busca que lo eximan del canon municipal
En tres años el déficit trepó a un millón y medio. Pide que los $10.500 mensuales que paga vuelvan a la actividad
La escasa actividad hípica que desarrolla el hipódromo del parque Independencia le hizo perder en sólo tres años al Jockey Club Rosario 1.420.921 pesos, a razón de un promedio de casi 474 mil pesos anuales. Los datos surgen de los estados contables correspondientes a los años 2002, 2003 y 2004, a cuya auditoría tuvo acceso este diario.
A raíz de esta situación, el club pretende que la Municipalidad lo exima del pago del canon mensual por el uso del hipódromo (unos 10.500 pesos por mes), con la intención de poder "incrementar los recursos" para la actividad. En palabras del vice presidente de la entidad y presidente de la Comisión de Carreras, Bernardo Rouillón, "no se trata de una eximición, sino de que el dinero que se le paga a la Municipalidad vuelva a la actividad".
El municipio aún no decidió cuál será el destino del predio y por ahora trabaja sobre un proyecto en el que se definirán los usos de determinados sectores del Independencia.
Según explicó la subsecretaria de Hacienda del municipio, Teresa Beren, la solicitud del Jockey "está siendo analizada" por la Municipalidad. No obstante, quien tendrá la última palabra sobre si se otorga o no la eximición será el Concejo Municipal.
Mientras tanto, en la Secretaría de Planeamiento estudian por estas horas cuál será el destino del predio y el futuro de las carreras de caballos. "Estamos analizando el tema y todavía no tenemos una resolución al respecto", admitió la titular de Planeamiento, Mirta Levin.
Números en rojo
Al tiempo que no aparecen decisiones oficiales sobre el destino final del predio, la actividad hípica en Rosario sigue generando pérdidas. Concretamente, en 2002 le significó al Jockey un rojo de 488.301,71 pesos. El dato surge de restar el 1.402.290.73 de recursos que generó la actividad, menos 1.760.341,52 pesos que gastó la entidad.
En 2003 las cosas no fueron mucho mejor. Los recursos logrados, de 1.389.991,91 pesos, no pudieron con los gastos de 1.732.495,63, lo que dio un resultado ordinario de pérdida de 475.926,46 pesos. Y en 2004, perdió 456.693,51 pesos.
Con esta crisis sobre sus espaldas, cinco instituciones vinculadas a la actividad hípica se preguntaban en febrero de este año cuál será el destino del centenario hipódromo. La Asociación de Cuidadores de Caballos, la Gremial de Jockeys, la Gremial de Vareadores, la de Propietarios de Caballos y el mismo Jockey Club elevaron al intendente un escrito manifestando la preocupación por la situación de la actividad turfística y solicitando la eximición del pago del canon.
"Como es de su conocimiento, la institución que ostenta la concesión del predio del parque en el que se asienta el circo hípico dejará la explotación de las carreras de caballos, más continuará con la actividad hasta tanto el gobierno municipal otorgue la administración", decía el escrito que ingresó al municipio el 21 de febrero. "A la fecha continuamos en la incertidumbre de saber cuál será el destino del centenario hipódromo, ya que las áreas municipales encargadas de llevar a cabo el proceso de concesión no se han expedido ni han confeccionado las bases para los interesados".
Las entidades aclaraban que no obstante esto, se seguía con las dos carreras mensuales. "Pero la difícil situación por la que se atraviesa hace que solicitemos al Ejecutivo que eleve al Concejo Municipal un expreso pedido de eximición del pago del canon mensual con el fin de incrementar el presupuesto de carreras locales y sostener la actividad en nuestra ciudad".
"En realidad, no es una eximición. El Jockey quiere pagar el canon, pero pide que vuelva a la actividad", insistió Rouillón, y puso como ejemplo lo que ocurre en Buenos Aires: "Allí se le reintegran a los hipódromos de La Plata y de San Isidro 1.300.000 pesos por mes, y 100 mil por mes a los de Azul y Mar del Plata", recordó.
Lo cierto es que las definiciones no llegan y la crisis se agudiza. Lejos quedaron los tiempos en que la actividad convocaba a miles de aficionados. Hoy tan sólo hay dos carreras mensuales, los balances no cierran y el destino es incierto.
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