Médicos santafesinos mejoran la circulación con células madre

Un equipo de Hospital Iturraspe de Santa Fe regeneró vasos sanguíneos de corazón y miembros inferiores. Investigan qué puede pasar en el cerebro

Florencia O'Keeffe / La Capital

El potencial terapéutico de las células madre incrementó la investigación interdisciplinaria destinada a encontrar nuevas soluciones a patologías de distinta índole. En la ciudad de Santa Fe, un grupo de profesionales del Hospital Iturraspe obtuvo promisorios resultados en la utilización de células madre en la reconstrucción de vasos sanguíneos del corazón y piernas de pacientes. El equipo santafesino se encuentra ahora abocado al estudio del uso de células madre en el sistema nervioso de animales.

La técnica fue aplicada a un grupo de 15 personas con problemas cardíacos (de un promedio de edad de 64 años, teniendo 40 el menor y 80 el mayor) quienes por la complejidad de su enfermedad se encontraban imposibilitados de recibir otro tratamiento. Fueron evaluados a lo largo de un año verificándose el incremento en la circulación coronaria con una mejora del 40% en la calidad de vida. Los resultados del trabajo, que dirige el cardiólogo José Vicario, fueron admitidos para su publicación por el comité científico del Cardiovascular Revascularization Therapies 2005, congreso que se desarrolló en Washington a fines de marzo. Las conclusiones experimentales ya habían sido publicadas en dos congresos internacionales.

"En pacientes en los que sigue progresando la enfermedad coronaria a pesar de haber sido sometidos a angioplastias o a la colocación de stent es posible recurrir a la utilización de células madre propias para producir nuevos vasos", explicó Vicario a La Capital.

El procedimiento utilizado por los especialistas santafesinos consiste en realizar una punción en el hueso ilíaco (a la altura de la cadera) a partir de la que se extrae médula ósea. Luego se hace un cateterismo del seno coronario y se introduce la médula (previamente preparada) a través de uno de los brazos. La práctica se efectúa con anestesia local y la persona debe permanecer en unidad coronaria unas 24 horas, tras lo cual regresa a las actividades habituales.

"La diferencia con otros métodos efectuados en el país -según el hematólogo César Campo, miembro del equipo-, es que decidimos aplicar la médula ósea completa y no fragmentada ya que tenemos una concepción holística y consideramos que las células madre no trabajan solas sino que interactúan entre ellas".

El seguimiento de los pacientes demostró que las 15 personas tratadas mediante esta técnica manifestaron mejoras de hasta un 40% en la realización de sus actividades cotidianas. La evaluación se efectuó a través de una serie de preguntas especialmente diseñadas e incluidas en el protocolo del estudio (score). "Los pacientes contestan las preguntas a los 30 días, a los 60, a los seis meses y al año y de esa forma tenemos un resultado que se mide en números para evaluar si tuvieron mejorías", dijo el director del grupo. "El procedimiento no causó efectos colaterales como arritmias u otro síntoma clínico", señaló Vicario.

El mismo equipo comprobó luego la regeneración de vasos sanguíneos en las piernas de pacientes con graves problemas circulatorios. "En personas con gangrena hemos obtenido resultados positivos. Lo efectuamos en 12 enfermos", especificó Vicario.

"El tratamiento se encuentra en la etapa clínica, lo que significa que cumplimos con todos los pasos, probando primero en animales la seguridad, la tolerancia y la eficacia del tratamiento, como hicimos con el corazón", agregó.

Los profesionales avanzaron en esta línea alentados por los resultados logrados y porque el procedimiento, al realizarse con células del propio paciente, no genera ningún tipo de cuestionamiento ético, señalaron.

La medicina regenerativa abre un campo de posibilidades para la salud humana difícil de dimensionar. El interés de la sociedad y de la comunidad médica en especial permite pensar en descubrimientos que en un futuro revolucionarán la medicina, aunque por el momento, y sobre todo en algunos campos, bien vale ser prudentes y cautos a la hora de las expectativas. Es el caso de los avances en el área del cerebro y más específicamente, en cuanto a la utilización de células madre para la cura de enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson o para evitar o revertir las consecuencias de un accidente cerebro vascular (ACV) que se hallan aún en fase experimental.


Lo que viene
El equipo de especialistas santafesinos dirigido por Vicario trabaja actualmente en esta dirección, experimentando con cerdos. Al respecto, el hematólogo Campos indicó que en el mundo "existen muchos trabajos que demuestran que se podrían regenerar las células neuronales, pero el tema está en pleno debate".

"El normal funcionamiento del sistema nervioso depende de células endoteriales (que recubren las arterias) y ante eventos como las isquemias (cuando los vasos sanguíneos dejan de irrigar) la implantación de células madres mejoraría la irrigación", apuntó el experto.

Los médicos santafesinos, al igual que otros grupos de profesionales en el mundo, no aventuran cuándo puede haber novedades al respecto. "El uso de células madre en el área del cerebro plantea grandes problema éticos por los posibles efectos colaterales, que aún se desconocen", dijo.

"Las células madre son más efectivas cuanto más inmaduras y es por eso que la utilización de las embrionarias, que darían un mejor resultado, sigue siendo un tema de discusión", opinó finalmente el hematólogo.

Los médicos José Vicario, César Campo, Julio Piva y Hugo Ortega.