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miércoles,
13 de
abril de
2005 |
La Prefectura busca a un chico
que cayó desde la barranca al río
Estaba pescando la madrugada de ayer en un lugar no habilitado del parque Sunchales
La Prefectura Naval de Rosario continuaba anoche con la búsqueda de un menor de 17 años que cayó en la madrugada de anteayer al Paraná. El joven estaba pescando en compañía de otros cuatro chicos y un hombre mayor en la barranca del río, a la altura de donde funcionaba la ex cerealera Genaro García, kilómetro 424 de la costa, y aparentemente trastabilló y se perdió en las aguas del río de modo casi instantáneo.
Si bien la zona tiene barandas y en distintos sitios se advierte con carteles del peligro de la barranca, es posible ver pescadores aficionados a toda hora del día y de la noche, prácticamente colgados con las cañas en las manos.
"Es un lugar muy peligroso, no hay muelle, no hay nada, han quedado palos y piedras, si te caés ahí no tenés posibilidad de agarrarte de ningún lado; además, ahí el río es muy profundo y tiene toda la correntada de la curva", precisó a La Capital el prefecto Marcelo Valentini. El uniformado reveló que dos buques guardacostas y dos botes, más personal de buzos tácticos y también de bomberos buscaban al chico perdido.
Fue alrededor de las 2.30 de ayer cuando Leonel Carlos Pasalacqua cayó al agua y rápidamente los acompañantes pidieron auxilio a la Prefectura de Rosario, la que de inmediato comenzó la búsqueda.
Mientras tanto, la denuncia del accidente fue radicada en el juzgado de Instrucción y de Menores Nº1. Pero desde Tribunales no agregaron información sobre el caso.
La Capital recorrió ayer parte de la costa norte -parques Sunchales y de Colectividades-, donde toda la barranca está vallada por barandas de caño, aunque en algunos puntos se observan pequeñas escaleritas que desembocan en las casas de los pescadores que viven en el sector. En rigor, a lo largo de la costa norte de la ciudad es un milagro que no se produzcan más accidentes de este tipo, teniendo en cuenta la precariedad del lugar y el peligro al que se exponen los pescadores, que saltan las barandas y se deslizan por la barranca.
Así lo testimoniaron vecinos y transeúntes del lugar, quienes aseguran que chicos, jóvenes y adultos buscan conseguir unos centímetros de tierra donde ubicarse para pescar. "Bajan gateando o a veces se cuelgan de alguna soga o cable para llegar hasta abajo", comentó Rolando, 46 años, que camina cada mañana por el sector del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario .
El propio prefecto Valentini dio cuenta de estas prácticas. "Se deslizan por unos senderos que ya se han marcado sobre la barranca y luego utilizan ex muelles, que ya están destruidos, a veces sobre superficies de piedras o directamente en los que fueron pilotes de madera", explicó Valentini.
También el director de Defensa Civil y de la Guardia Urbana Municipal, Marcos Escajadillo, admitió que más allá de los vallados y de los carteles la gente utiliza las barrancas. "Me acuerdo cuando fuimos a clausurar la zona de juegos del parque Sunchales, detectamos unos chicos que bajaban colgándose con una soga y les pedimos por favor que no lo hicieran; pero bueno, no puede haber una persona por cada diez metros en toda la costa para evitar estas cosas", aseveró el funcionario.
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