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domingo,
10 de
abril de
2005 |
Para leer: De aquí y de allá
Jorge Alberto Barquero (*)
"Emergían entre la lluvia a través de las llanuras embarradas. Los carros estaban atascados a lo largo de treinta millas en la carretera. Búfalos y bueyes tiraban de ellos a través del barro. Ni principio ni fin. Sólo carros cargados con todo lo que poseían. Los viejos y las mujeres, empapados hasta los huesos, caminaban al lado haciendo marchar el ganado. El río corría amarillo hasta el puente... Una mujer daba luz a un niño y a su lado una niña mantenía una manta por encima de la parturienta y lloraba. Asustada hasta la náusea, mirando. Llovió durante toda la evacuación." Sí, cualquier Hemingway es bueno para captar la belleza fuera de la "manera bella" de escribir, de la prosa victoriana, de los adornos neogóticos, de las alusiones librescas, de las interminables oraciones subordinadas.
Recomiendo "Poemas", de Horacio Aige. ¿Llegará el día en que lo exquisito sea popular? "Historia moral", de Eduardo D'Anna. Sus coloquios prepotentes jamás abandonarán mi mesa de luz. "Salón de billares", de Jorge Riestra. Aquí mueren (porque sobran) las palabras. ¿Generaciones de lectores no merecen una nueva edición?
(*) Publicó "La ley de la memoria" (novela) y "Sabihondos y suicidas" (cuentos).
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