Indignación en México por el desafuero de Obrador

El alcalde de México y favorito para las presidenciales cesó ayer en sus funciones y espera ser arrestado

México. - El alcalde de la capital mexicana y líder de la oposición de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien perdió su inmunidad en un proceso ante el Congreso esta semana, espera ahora una decisión judicial que, además de bloquear su postulación a la primera magistratura, lo enviaría a prisión.

La Cámara de Diputados despojó el jueves de su fuero a López Obrador, amplio favorito para ganar las elecciones presidenciales del 2006, para que enfrente un juicio que solicitó la fiscalía general alegando un supuesto desacato a un juez que le ordenó detener la construcción de calles en un terreno expropiado.

Para medios internacionales, se trata de una evidente muestra de la arbitrariedad y fragilidad institucional que reina en México: el diario británico Financial Times recordó que mientras López Obrador es sancionado por una falta administrativa relativamente menor, aún siguen archivadas las denuncias judiciales contra el poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI) por haberse apropiado ilícitamente de más de 100 millones de dólares de la petrolera estatal Pemex para financiar la campaña presidencial de 2000, que finalmente perdió a manos del actual presidente Vicente Fox.

Fox tiene una visión opuesta a los críticos: "México da un ejemplo al mundo de legalidad, de apego a la ley y da también una clara señal de la fortaleza de nuestras instituciones", afirmó el presidente sobre el desafuero en Roma, tras asistir a los funerales del Papa Juan Pablo II.

Ayer López Obrador dejó de despachar en el ayuntamiento de la capital mexicana, aunque la orden judicial para arrestarlo bien podría llegar a fines de mes, según estimó el presidente de la Cámara de Diputados.

El alcalde, muy popular en Ciudad de México por sus programas de asistencia para ancianos y pobres, dijo el jueves que buscará ser candidato presidencial ante más de cien mil simpatizantes que protestaron en el Zócalo -nombre de la principal plaza de la ciudad- en contra del desafuero.


EEUU y el doble rasero
En tanto, en Estados Unidos, las reacciones a la defenestración de López Obrador parecen provocar en el gobierno de George W. Bush mucha menos preocupación que las medidas represivas que toma en Venezuela Hugo Chávez. Ayer el Departamento de Estado dijo que el desafuero de López Obrador "es un asunto interno de los mexicanos", y se abstuvo de condenarlo.Un periodista le hizo notar que si el mismo caso hubiese ocurrido en Venezuela, las condenas de Washington no hubiesen faltado. "No voy a comentar sobre eso", se limitó a responder Boucher.

Seguidores del alcalde en el Zócalo, el jueves.