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sábado,
09 de
abril de
2005 |
El Fondo volvió a pedir
por los bonistas rebeldes
El vocero del organismo, Thomas Dawson, puso las condiciones para un nuevo acuerdo con Argentina
El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a reclamar ayer al gobierno una "estrategia realista" para atender a los tenedores de bonos que no aceptaron el canje de la deuda en default, y advirtió que esa política será un elemento central para alcanzar un acuerdo con el organismo.
"Si hubiese un programa crediticio futuro del Fondo, las autoridades argentinas deberían desarrollar una estrategia realista para lidiar con los acreedores que no participaron" en el canje, dijo ayer el vocero del FMI, Thomas Dawson, en una conferencia que ofreció en Washington.
Dawson sostuvo que "la necesidad de tener una estrategia para lidiar con los acreedores no participantes es importante en el contexto de un futuro programa", por lo cual "obviamente es del máximo interés del Fondo".
El vocero del FMI no quiso especificar los principios que debería contener esa "estrategia realista", y simplemente explicó que "ese enfoque se enmarca en nuestra Política de Préstamo a Países en Cesación de Pagos".
Esa política, según establecen los estatutos del FMI, sólo permite al organismo firmar un acuerdo crediticio con un país miembro si "está realizando un esfuerzo de buena fe para alcanzar un acuerdo de colaboración con sus acreedores".
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, ya descartó en reiteradas oportunidades la reapertura del canje, y advirtió a los bonistas que no adhirieron (cerca del 23 por ciento del total) que sólo les queda el camino judicial.
Pero la presión del Fondo en favor de los acreedores no comenzó ayer sino a pocos días de cerrada la reestructuración, cuando su propio director gerente, Rodrigo Rato, pidió que se atienda a los "holdouts" como se denomina en la jerga financiera a quienes eligen no aceptar un trueque de títulos.
Argentina suspendió en agosto de 2004 el programa que tenía con el FMI para concentrarse en el canje y actualmente negocia con el organismo las bases de la futura relación mutua.
De hecho, el gobierno necesita un acuerdo para refinanciar los vencimientos por casi 4 mil millones que operarán este año ante el Fondo, si no quiere seguir pagando en efectivo como hasta ahora, y si pretende cumplir con el programa financiero previsto en el presupuesto.
En este contexto, Lavagna llegará la semana próxima a Washington para participar de la Asamblea de Primavera boreal del FMI y el Banco Mundial, aunque señaló que sólo analizará cuestiones globales referidas a la agenda del cónclave.
Aunque habría preferido llegar a la capital estadounidense con el canje de la deuda definitivamente enterrado en el pasado, el jefe de la cartera económica debió aplazar la semana pasada la emisión de los nuevos títulos, prevista originalmente para el 1º de abril.
La postergación fue forzada por un embargo que trabó en Nueva York el fondo buitre Elliot, sobre títulos por valor de 7 mil millones de dólares depositados en el Bank of New York, agente financiero de la operación a nivel global.
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