|
miércoles, 06 de abril de 2005 |
Refuerzan la seguridad en una Roma desbordada por los fieles
Ciudad del Vaticano.- Italia comenzó hoy a desplegar misiles antiaéreos y a preparar una flota de guerra para proteger a los dignatarios mundiales en los funerales de Juan Pablo II, mientras continuaba la histórica procesión de fieles ansiosos por ver y dar su último adiós al Papa polaco.
Envueltos en frazadas y bolsas de dormir, cientos de miles de personas permanecieron durante 12 horas amontonados en la kilométrica cola que termina en la basílicia de San Pedro para poder ver los restos del Papa, y las autoridades calculaban en un millón las personas que hacían fila hacia el mediodía local.
Soldados italianos distribuyeron por la madrugada chocolate, té caliente y jugos de frutas a los peregrinos que aguardaban pacientes dentro del recorrido vallado. Cientos de visitantes fueron atendidos por desmayos y deshidratación en los últimos dos días de muestras de fervor popular.
Según las autoridades, un millón de personas desfilaron ya frente al cuerpo de Juan Pablo II, ubicado en el altar mayor de la basílica, y se espera que hasta cinco millones de visitantes lleguen a Roma desde todo el mundo para los funerales del viernes.
La ceremonia congregará también a más de 200 reyes, presidentes, primeros ministros y otros dignatarios, algunos de los cuales nunca se reunieron, en un tributo póstumo a un Papa que luchó por la paz y la unidad.
En sillas ya dispuestas en la plaza de San Pedro, se sentarán el presidente estadounidense, George W. Bush, y Mohammed Jatami, su par de Irán, país que según Bush integra un "eje del mal".
Para proteger a los asistentes al funeral, el gobierno italiano comenzó a desplegar misiles antiaéreos y a miles de policías adicionales, mientras alistaba una flota de guerra que custodiará el Mediterráneo y aviones de vigilancia. Desde mañana, se cerrará el espacio aére romano a la aeronavegación comercial.
A fin de mes, 117 cardenales de todo el mundo elegirán al sucesor de Juan Pablo II, muerto el sábado pasado, en un cóncalve en la Capilla Sixtina del Vaticano. (Télam)
enviar nota por e-mail
|
|
|