El anillo delPescador

El nuevo Pontífice adopta el nombre con el que va a reinar, bien del Papa que lo creó cardenal, el de un santo por el que siente una devoción particular o bien de un predecesor de cuya familia espiritual se reconoce a sí mismo. Vestido con una sotana blanca a la que añade la faja y el solideo de moaré blanco, el roquete de encaje y la muceta (esclavina que cubre el pecho y la espalda) de moaré rojo, el Papa vuelve a la Capilla Sixtina y en el trono que ocupaba como elector se procede al acto de “adoración”, en el que los cardenales se llevan a la boca el pie y la mano del Sumo Pontífice en señal de homenaje. Posteriormente el cardenal camarlengo pone en el dedo del Papa el “anillo del Pescador”, distintivo del ejercicio de autoridad y que se romperá a su muerte.

Presentado ante la gente que se encuentra en la plaza de San Pedro, el Pontífice se dirige a la Basílica, donde tras el sacrificio eucarístico será coronado con la tiara. La tiara es un alto tocado que termina en forma de ojiva, plateado y en cuya cima hay un pequeño globo con una cruz de oro.

Desde 1314 está formada por tres coronas “trirreino” que simbolizan el triple poder del Papa: padre de los reyes, rector del mundo y vicario de Cristo.