La reactivación económica alcanzó a los centros comerciales barriales

Los barrios también salen de shopping

Los locales están llenos y desembarcan negocios de otras zonas. Un nuevo mapa en el consumo urbano

Claudio Berón / La Capital

En un principio todo el barrio los conocía, eran los negocios de la avenida en los que cada cliente tenía libreta y deudas que se pagaban con el pasar de los meses. Después hubo momentos difíciles y zonas enteras vieron cerrar las puertas de los antiguos comercios.

De los 35 mil contribuyentes comerciales que pagan canones municipales en Rosario unos 20 mil son minoristas. Hoy los comercios barriales, que son cerca de 500 en las distintas zonas, pusieron sus ojos en el desafío de competir con Shoppings y las cadenas comerciales que invadieron la ciudad.

Están repartidos en las avenidas principales de distintos puntos de la ciudad. Tanto en avenida Alberdi como en San Martín o Pellegrini, ya se empieza a debatir la posibilidad de generar un centro comercial a cielo abierto (ver aparte). En algunos barrios se implementaron acciones de marketing y en otros se están mejorando luminarias y veredas.

Estos comercios son termómetros del movimiento de plata en la gente y esto se percibe a partir de que hay zonas de la ciudad en las que no se encuentran locales en alquiler. En Echesortu apuestan a una ambiciosa remodelación urbanística nacida de la discusión del presupuesto participativo. En el sur, por ejemplo, hay récord de locales alquilados, incluso en las galerías. En el otro extremo, en la zona norte, 2003 y 2004 fueron años de grandes desafíos. Con diferencia de 15 cuadras se instalaron allí los dos emprendimientos comerciales más importantes de la ciudad: los shopping.


Pelea contra gigantes
"El impacto se sintió en el 2004, apenas se instalaron hubo una merma generalizada de ventas. Pero decidimos subirnos al caballo de los cambios y empezamos a pensar como resistir, no nos fue mal, por el momento estamos con un proyecto de poner luminarias y embellecer los frentes de los locales", explicó Daniel Locci, de la Asociación de Comerciantes de avenida Alberdi.

Los cerca de 350 locales de la zona pagan un alquiler promedio de 1.200 pesos, depende de las dimensiones y la ubicación. Los más buscados se dispersan en la franja que va desde JJ Paso a Juan B Justo.

"Los shopping trajeron gente al barrio pero no sólo rosarinos sino de Entre Ríos, por el puente Rosario-Victoria, por eso lo que hicimos fue empezar a usar herramientas de marketing, como hacen ellos" disparó Locci para agregar: "Tenemos revistas de ofertas que editamos con imprentas de la zona".

El fenómeno de los grandes enclaves comerciales despabiló un poco al barrio. "Lo que intentamos es promocionarnos para aprovechar la gente, pero tenemos cuellos de botella. Por ejemplo, no hay todavía un desarrollo inmobiliario importante, si se hacen más edificios vamos a tener más clientes cautivos", dijo. Otro punto pendiente: "mayor oferta gastronómica en la zona".

A la hora de marcar carencias, Locci no desconoce el terreno. "La avenida se mantuvo aletargada mucho tiempo pero ahora la gente está mas predispuesta a los cambios y aprendimos que hay que aprovechar todo", señaló y agregó: "Queremos el descanso dominical para competir en igualdad de condiciones, los centros comerciales abren y a nosotros nos resulta imposible".

Estos comerciantes participaron del proyecto de comercios a "cielo abierto" que impulsó el municipio junto a la Asociación Empresaria. Lo que más rescatan es la coordinación de esfuerzos, donde "el municipio gestionó la poda de árboles, las luminarias y hasta una línea de crédito del Banco Municipal para arreglo de fachadas".


El cercano oeste
Echesortu, el antiguo barrio de la zona oeste, simpre fue pionero en el comercio zonal. La Asociación Comerciantes e Industriales de la Zona Oeste llegó a fundar un banco, Aciso y hace 53 años que dá batalla en el lugar.

Reynaldo Maiorana, presidente de la asociación, hace un análisis optimista. "En estos momentos no hay locales vacíos, sobre todo en la franja que va de Iriondo a Avellaneda, en 3 años repuntó mucho, los alquileres de los locales también subieron y en la zona hay unos 300 comercios de todo tipo", aseguró.

Los comerciantes buscan sumar clientes de mil formas distintas. "Estamos gestionando que el Troley llegue hasta Córdoba y Wilde, a la gente que vive por allí les es difícil trasladarse a Echesortu y van al centro. El público que viene acá es del barrio, buscan categoría y precio, y lo encuentran" sostuvo Maiorana.

Los hombres de negocio siguen en la brecha. "El año pasado participamos de la discusión municipal por el presupuesto participativo, allí conseguimos que se destinaran 750 mil pesos para remodelar calle Mendoza", manifestó.

El proyecto contempla unificación de veredas, luminarias que apunten a los negocios y a la calzada, canteros y una reforma parcial de las vidrieras.

La idea de Maiorana es que la mítica calle "vuelva a ser un paseo. Hace 10 ó 15 años atrás la gente paseaba y compraba pero luego, con la inseguridad y los negocios descuidados, la cosa no funcionaba", abundó y arengó: "Ahora es el momento de recuperar espacios".

Una zona emblemática es Caferatta y Urquiza. Jaime Remolins, antiguo comerciante del lugar, recordó que en 2003 se relevaron 600 comercios en la zona. "Hay un porcentaje muy bajo de locales vacíos y en ese sentido trabajamos con los dueñso de los locales, pudimos hacer que bajaran los alquileres, esto ayudó", desgranó. Los dueños de negocios están muy entusiasmados con los nuevos emprendimientos inmobiliarios. "Se construyeron 40 edificios, lo que nos da un total de 1.440 plazas nuevas en el barrio", calculan fríamente.


Más que al sur
El comercio en el sur empieza muy cerca del centro y con una particularidad. En San Martín, entre Cochabamba y Pellegrini, se extiende uno de los pocos centros comerciales temáticos de la ciudad: los repuesteros. Estos empresario sintieron el golpe de la devaluación del uno a tres, pero luego el mercado interno y la venta masiva de vehículos usados levantó la puntería comercial de la zona.

La zona sur tiene varios enclaves. La avenida Arijón creció en estos últimos diez años pero la zona por excelencia es en San martín entre Uriburu y Tupungato.

Daniel Giribone, de la Asociación Comerciantes de Calle San Martín, manifestó que "en el sur, cerca de Arijón, hay más movilidad por que se mueva la gente que viene de Villa Gobernador Gálvez".

Giribone reclamó una participación más activa del municipio. "Los edificios están medio descuidados y los negocios tienen la misma fachada desde hace muchos años, la municipalidad tendría que habilitar créditos o formas de financiación para mejorar los negocios", sostuvo.

Por su parte, la titular de un negocio tradicional de San Martín y Tupungato deslizó que "la zona siempre fue buena, ahora está normal, pero han venido muchos negocios desde el centro: electrodomésticos, rapipagos, financieras, y esto genera movimiento". Eso sí, trabajan cortado. "A la siesta no hay ni el alma, esto es un gran barrio".

Los negocios de los barrios crecen o al menos se mantienen. Lejos quedaron los tiempos en que se alquilaban los locales sólo al costo de los impuestos y, si esto no es parte de una burbuja, tal vez la incipiente reactivación de por resultados negocios con mejores caras.

En la calle San Martín hoy no se consiguen locales para alquilar.