El pedagogo cree que la TV y la PC no deben ser "niñeras"

Francesco Tonucci: "Hay que obligar a los niños a jugar todos los días y fuera de su casa"

Para el italiano los pequeños en situación de calle no pierden la capacidad lúdica a pesar de su contexto social

Carla Rizzotto / La Capital

El pedagogo italiano Francesco Tonucci mantiene tan firme la convicción de que los "niños que juegan bien en su momento serán adultos serenos, sanos, productivos y creativos" que hasta se atreve a decirles a los padres que deben "obligar a los chicos a jugar bastante todos los días y fuera de su casa". Para el ideólogo de la Ciudad de los Niños, que tiene 65 años y vive en Roma, "muchos padres sientan a los chicos frente a la televisión para evitar que salgan a la calle porque piensan que es peligrosa. Y este es un grave error", asegura. No sólo porque les "limitan la posibilidad de encontrarse, relacionarse y de probar placer" sino también porque simplemente "se aburren encerrados". Y es ahí cuando, según Tonucci, empiezan a volverse ingobernables; porque la rebeldía es "una forma de reaccionar al aburrimiento".

El italiano nacido en Fano, una ciudad volcada al Mar Adriático, se siente como en su casa en Rosario. Además de visitarla con bastante frecuencia considera que "interpreta de la forma más creativa, rica y coherente el proyecto de la Ciudad de los Niños", puesto en marcha en el 97 con el objetivo de que los chicos aporten ideas y soluciones para transformar la ciudad. De hecho, el miércoles pasado se reunió con 200 chicos que forman parte de la iniciativa en el marco de la Feria de Gobernabilidad; y al día siguiente inauguró en la Isla de los Inventos una exposición lúdica que recrea sus dibujos bajo el seudónimo de Frato.

Es ultra defensor del juego fuera de casa porque los niños "necesitan de otros niños, conectarse, pelear, vivir nuevas experiencias, aventuras". Es que para el investigador y psicopedagogo el juego necesita "cierto grado de intimidad, libertad, riesgo y pertenece al mundo del placer".

-¿Cómo se inserta una Ciudad de los Niños donde la mitad de los chicos está en situación de vulnerabilidad social?

-La idea del proyecto es que el niño pueda ser parámetro para evaluar, pensar, repensar y transformar la ciudad, que está hecha a medida de los adultos, varones y trabajadores; el resto queda afuera. Por eso el proyecto considera que los chicos son capaces de representar las ideas de todos. Esta filosofía vale a pesar del lugar, del nivel y la riqueza de cada país.

-¿El niño pierde la capacidad lúdica cuando su realidad lo obliga a desenvolverse como un adulto?

-Está claro que en una sociedad donde no se puede garantizar lo mínimo indispensable, el niño pierde la capacidad de ser niño y de juego. Pero voy a poner un ejemplo para contestar esta pregunta. El reglamento de la policía urbana de Roma prohibió, en un momento, el juego en los espacios públicos de la ciudad. Después de un tiempo esa ley se derogó e inmediatamente hicimos la experiencia de llevar a un grupo de chicos a jugar a una plaza. Se entretuvieron como si siempre hubieran podido hacerlo en ese lugar. Los niños saben jugar, de eso no se olvidan nunca. Y esto pasa igual en los chicos que están en situación de calle: siguen jugando, el problema es cuándo pueden hacerlo.

-¿Por qué se escucha de los adultos que "juegos eran los de antes"?

-Jugar tiene condiciones imprescindibles. Si éstas se garantizan, las formas y los instrumentos pueden cambiar hasta llegar a ser supertecnológicos. Una de las condiciones es no jugar vigilados por adultos. Una forma muy interesante de hacerlo es también con los adultos, pero tiene que resultar divertido para los dos. Sino los niños tienen que jugar entre ellos y solos, necesitan de cierta autonomía para vivir una experiencia propia. Otra condición es no jugar todo el tiempo con juguetes, porque los niños se están transformando de jugadores a propietarios de juguetes. Esto es característico de una mentalidad y sociedad consumista. Y en realidad los niños juegan con poco, si les falta el juguete, inventan.

-¿Por qué, en el siglo XXI, todavía hay quienes creen que la televisión y la computadora no son buenos para los niños?

-Ese ha sido siempre el pensamiento de las instituciones cerradas, creer que lo nuevo es peligroso. La educación debe reunir todos los recursos y aprovecharlos. La televisión y la computadora son instrumentos riquísimos que permiten conocer cosas impensadas alguna vez. El problema es si asumen impropiamente otras funciones, como por ejemplo la de niñera. Lo preocupante es cuando la TV y la PC impiden al niño de vivir otras experiencias y lo aíslan.

-¿Tiene relación directa esto con la frase "los chicos están ingobernables"?

-Si obligás a un niño a quedarse horas y horas en la casa se aburren. Y para salir de ese estado tienen que hacer tonterías o mostrar rebeldía. Son las dos formas de reaccionar al aburrimiento. Lo mismo sucede en la escuela: los maestros se preguntan por qué los niños se ponen nerviosos después de cinco horas de clase. Cómo no van a volverse locos, ya bastante con que no matan a nadie. No entiendo como un adulto no puede razonar esto.

Para Frato, la rebeldía infantil es "una forma de reacción al aburrimiento".