Actividad de la Asociación Internacional Educación Familiar

Los jóvenes, invitados a recuperar los valores que resaltan la vida

El fundador del Proyecto Padres, Adrián Dall'Asta, instó a los adolescentes a no temer ser líderes

María Laura Favarel / La Capital

Desde que en Buenos Aires una noche de diversión se llevó a casi 200 jóvenes, Adrián Dall'Asta, fundador de Proyecto Padres, una organización que busca revivir el liderazgo de los progenitores frente a los hijos, resolvió hablar cara a cara con los adolescentes. Recorre el país reuniéndose con padres y ahora también dialoga con grupos de chicas y chicos desafiándolos a ser caudillos de una nueva cultura.

Así llegó a Rosario, de la mano de la Asociación Internacional para la Educación Familiar y se reunió con más de 120 jóvenes rosarinos que reflexionaron sobre su propia situación en la vida y la necesidad del liderazgo.

El docente y orientador familiar opinó que la sociedad actual se regodea con la muerte. "Cromañón fue una clara demostración de lo que es un drama educativo. Allí existió mucho más que un problema de seguridad, fue una manifestación social de la frase no me importa la vida. Y es que a la sociedad actual hace un culto a la muerte. Ahí es donde hay que rebelarse verdaderamente porque si hay algo que caracteriza a la juventud es el amor a la vida", afirmó frente a una audiencia desacostumbrada a este tipo de discurso.

Según enfatizó Dall'Asta, "cuando un chico se sube borracho a un auto y pone en peligro su vida y la de los otros se está regodeando con la muerte. Nos matamos de risa, dicen, hasta que terminan enroscados en un choque. Creo que un joven cuando entra en esta línea es cuando empieza a tener síntomas preocupantes en su alma, que reclaman que se mire por dentro".

Alertó entonces a los jóvenes a que no pierdan la capacidad de estremecerse con la vida, porque quien lo hace está siendo un anciano, un joven viejo.

Su discurso es crudamente realista. Reconoce que hay una fuerte presión social que intenta manejar a los jóvenes, les impone modelos de conducta, formas de diversión y lugares, hasta les indica qué es lo "fashion".


Cualidades de un líder
"Si realmente -sostiene- ustedes quieren ser líderes que busquen algo mejor deben hacerse buenas preguntas como quién soy, quién quiero ser y cuál es mi proyecto de vida". Les recomendó no tener miedo a buscar lugares y contextos que les permitan ser persona, ser respetados, queridos, ambientes donde puedan decir qué les gusta leer y nadie se les ría, o escuchar música, o que se puedan divertir sin estar borrachos, donde puedan tener un noviazgo como un proyecto de vida que mire a la familia.

"Para eso hay que recuperar los valores, amarlos y vivirlos intensamente, no apocadamente", señaló. Los economistas definen al líder como aquel que deja detrás de sí la voluntad de continuar, todo lo contrario de hacer las cosas por el otro. "El líder es un guía, definió, aquel que con su obrar me muestra el camino, orienta".

Además, en esta decisión "hay que tener mucha humildad y no creerse que uno tiene la verdad", reflexionó. El líder es aquel que sabe decir "es por acá, pero solo no puedo. Necesito que estemos juntos para ir hacia mi destino, porque quiero que seamos felices juntos. Una de las maravillosas características de la humanidad es la sociabilidad".

El especialista explicó que el liderazgo no pasa tanto por subirse a un atril y decirle a los demás lo que tienen que hacer, sino por mostrarse íntegro como persona. "Hoy el liderazgo es el ejemplo, porque el discurso ya no es creíble, nos mintieron mucho", subrayó.

"Sin embargo -alertó- muchos jóvenes se confunden porque la sociedad les muestra una falsa libertad. Esto se nota en que no hay libertad para oponerse".

"El liderazgo comienza con cosas pequeñas. Es muy difícil que lleguemos a una gran meta si no somos capaces de dejar el asiento en el colectivo a alguien que lo necesita", aconsejó.

Asimismo, recomendó a los adolescentes comenzar a interesarse por las cuestiones propias del país: "Hay que salir de la pequeña burbuja de la estupidez para avanzar sobre cosas importantes, sin temores. Entonces sí se pueden hacer cosas en la vida social, en mi mundo de amigos, en el deporte. Conozco chicos muy deportistas que entrenan a niños con capacidades diferentes. También sé de otros que hacen apoyo escolar en una guardería todos los sábados". En este campo recordó la importancia de ser constantes y no dejarse llevar por la emoción y asumir la responsabilidad.

A su vez, les recomendó comenzar con la vida cotidiana para ver quién está necesitando ayuda. Y los alentó a ingeniarse con nuevas propuestas de diversión: "No tengan miedo a ser distintos, a decir que no ante lo que se les imponga, no nieguen la frescura de la juventud".


¿Comunicados?
Los adolescentes dominan con admirable destreza los mensajitos de texto de los celulares y navegan avezados por las redes informáticas. Cabe preguntarse si esto promueve la comunicación. Según Dall'Asta "esta sociedad nos incita a vivir en soledad. El otro para mí es un objeto momentáneo, por eso las relaciones humanas son cada vez más efímeras y menos profundas. En este contexto es muy difícil tener un amigo, que es algo muy distinto a tener compañeros de momentos. No hay comunicación de corazón a corazón, porque para esto necesitamos tiempo, encuentro, silencio y tranquilidad".

Los navegantes miraban las estrellas y se guiaban por el oriente, que le marcaba el lugar hacia donde querían ir. Un joven líder tiene que poder hacerse buenas preguntas, desarrollar la capacidad de autoevaluarse y de descubrir cuál es su misión.

¿Y cuál es el Oriente? Dall'Asta lo definió como "sembrar amor". "El mundo necesita líderes de que estén convencidos de la necesidad de sembrar amor, que se animen a amar la vida, amar a sus amigos, a su familia, al estudio, que amen las ganas de ser mejor", concluyó.