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 miércoles, 30 de marzo de 2005  
Novedosos tratamientos celulares en traumatología
El me´dico rosarino Gabriel Martínez Lotti explica los avances en torno a la utilización de factores de crecimiento para la reparación de fracturas

Belén Travesaro / La Capital

Actualmente la medicina experimenta una revolución a partir de la incorporación de las terapias celulares. El campo de la traumatología no se encuentra ajeno a esta nueva tendencia, ya que en los últimos congresos internacionales la técnica ocupa todo un día de debates. "Tres estrategias basadas en la biología demostraron buenos resultados en la reparación de fracturas: el uso de factores de crecimiento, células madre y terapia génica", dijo a La Capital el traumatólogo Gabriel Martínez Lotti. El especialista utiliza desde hace más de un año una novedosa técnica basada en factores de crecimiento de origen plaquetario que, entre otras ventajas, acelera el proceso de la consolidación ósea.

"A partir de ahora contamos con esta nueva herramienta para mejorar la salud de las personas. Esto requiere que enriquezcamos nuestra formación; trabajar junto a especialistas en el tema e incluso pensar en incorporar a la tarea los laboratorios especializados", opinó Martínez Lotti.

El tratamiento basado en los factores de crecimiento está ampliamente difundido a nivel nacional e internacional y no es costoso. En el mundo la técnica comenzó siendo aplicada por los odontólogos para la colocación de implantes dentales y luego en España se descubrió su potencialidad para las lesiones traumatológicas.


Reparación de tejidos
Los factores de crecimiento desempeñan una función esencial en los procesos de reparación y regeneración de tejidos. En este caso se trabaja con los de origen plaquetario extraídos de la sangre del propio paciente, que se colocan en el mismo lugar del defecto óseo a reparar.

Entre los beneficios que aporta figura el incremento de la vascularización de los tejidos, acelera la regeneración de tejidos blandos, disminuye el drenaje postoperatorio, reduce el edema, promueve la epitelización (formación de piel) e induce a la formación ósea. "Estas ventajas disminuyen notablemente el tiempo de recuperación ante una fractura, un desgarro o una úlcera, entre otras alteraciones", comentó Martínez Lotti.

Esta opción de tratamiento beneficia especialmente a los fumadores y a los diabéticos dadas sus alteraciones en la circulación sanguínea que los lleva a ser más propensos a no consolidar fracturas, mala cicatrización del hueso y de las partes blandas.

La utilización de factores de crecimiento puede hacerse o no en el marco de una intervención quirúrgica. Esto depende de la situación de cada paciente. Si necesita operarse a raíz de una fractura, la técnica se aplicará durante la cirugía, mientras que si se trata de un desgarro muscular o una úlcera, puede hacerse en forma ambulatoria, sin anestesia.

Martínez Lotti ya lleva tratados con esta técnica alrededor de 50 pacientes, con buenos resultados. "Hasta ahora no tuvimos ninguna complicación y recibimos comentarios positivos acerca de una recuperación más rápida. Por ejemplo, en el caso de un tendón de Aquiles que requiere un yeso de 60 días, con este tratamiento lo necesitan durante 40 días", agregó el profesional.


Procesamiento de sangre
La especialista en medicina transfusional, Sofía Bonetti, explicó a La Capital el procedimiento de extracción de los factores de crecimiento. "En primer lugar se extrae la sangre del propio paciente, ya sea mediante jeringas de mayor volumen que las convencionales o a través de una bolsa (unidad de 500 ml.). Luego esa sangre se procesa mediante una doble centrifugación. Por un lado se seleccionan los glóbulos rojos y por otro, el plasma rico en plaquetas. En la segunda centrifugación se obtienen plaquetas concentradas y plasma con factores de la coagulación", dijo.

De este proceso se obtiene un gel plaquetario que es colocado en el lugar de la lesión. En forma inmediata los factores de crecimiento atraen células para la cicatrización del tejido y estimulan la formación de nuevos vasos sanguíneos.

"El organismo posee aproximadamente entre 150.000 y 400.000 plaquetas por milímetro cúbico. Mediante esta técnica lo que hacemos es llevarlas a 1 millón por milímetro cúbico", especificó Bonetti.

Para la intervención el paciente debe reunir ciertos requisitos, tales como no tener ninguna infección. Además se requieren estudios serológicos para la detección de enfermedades como el HIV y la hepatitis B y C, entre otros.
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Los factores de crecimiento de origen plaquetario son colocados en la lesión.

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