Primer audífono diseñado y fabricado en Argentina

Luego de varios años de investigación y desarrollo, la Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos presentó el primer audífono diseñado y ensamblado íntegramente en Argentina. Si bien no existen datos oficiales, se calcula que entre un 5 y un 10% de la población argentina sufre algún grado de pérdida auditiva.

Hasta la aparición de MAHtono todos los audífonos utilizados en nuestro país eran de origen extranjero. Tras años de investigación y desarrollo, La mutualidad de Hipoacúsicos diseñó la primera línea de prótesis auditivas de calidad equiparable con productos importados y a muy bajo costo. Son tres los modelos de MAHtono que se adaptan según sea el grado de hipoacusia y el nivel de pérdida auditiva: Alfa I, Alfa II y Beta.

Los ensayos y pruebas comenzaron importando los componentes necesarios para ensamblar los audífonos. Las tres partes esenciales de la prótesis auditiva son: un transductor de entrada (micrófono) que capta el sonido ambiente y lo transforma en una señal eléctrica; un amplificador que incrementa la amplitud de la señal; y un transductor de salida (receptor o auricular), que reconvierte la señal eléctrica procesada en ondas sonoras. También se agregan llaves, componentes pasivos, plaquetas de circuito impreso y la carcasa en la que se ensamblan los componentes y controles de volumen y tonalidad, entre otros. La energía eléctrica, de muy bajo voltaje, es entregada por una pila o batería.

Luego de ser aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), hoy son más de 700 los usuarios de MAHtono en sus tres modelos. El primer modelo fue Alfa I, un intracanal destinado a cubrir pérdidas de audición leves. Lo siguió Alfa II, también intracanal, cuya función es cubrir pérdidas moderadas. El rango de las pérdidas moderadas a severas fue cubierto por el tercer diseño retroauricular denominado Beta. Los tres modelos se adaptan según sea la pérdida auditiva de cada persona. Los audífonos intracanales se ubican profundamente en el conducto auditivo mientras que los retroauriculares se colocan detrás del pabellón auricular.


Grados de hipoacusia
Según cuánto hayan descendido los umbrales auditivos, las hipoacusias presentan diferentes grados o niveles:

Hipoacusia leve (umbrales entre los 20 y 40 dB): la persona que la padece puede mantener una conversación frente a frente con una persona o un grupo pequeño en un ambiente tranquilo aunque presenta dificultades para escuchar en reuniones, en ambientes ruidosos y a distancia.

Hipoacusia moderada (umbrales entre 40 y 70 dB): dificultades de audición frente a frente aunque el ambiente sea tranquilo.

Hipoacusia severa (umbrales entre 70 y 90 dB): no percibe la voz, salvo que sea fuerte.

Hipoacusia profunda (umbrales que superan los 90 dB): no percibe la voz aunque sea fuerte.

Anacusia o cofosis (pérdida total de la audición): cantidad mínima de audición que puede percibir el oído.

Según su tecnología, los audífonos se dividen en 3 grandes familias:

Analógicos: dominaron la industria durante muchos años. Poseen controles de regulación que permiten modificar su respuesta para adaptarla a la pérdida auditiva de cada paciente.

Programables: el ajuste de los parámetros electroacústicos se realiza en forma digital, conectándolo a una computadora. Permiten un mayor rango de ajustes por lo que es posible una mejor adaptación a la hipoacusia.

Digitales: utilizan la misma tecnología digital que revolucionó las industrias del video y de la música. Contienen en su interior verdaderas minicomputadoras que ofrecen un sinnúmero de posibilidades nuevas y brindan mejor solución a la mayoría de los problemas asociados con los audífonos analógicos. Se caracterizan por su excelente calidad de sonido, menor distorsión y mayor comprensión del habla en ambientes de ruido. Los ajustes se realizan en forma digital, conectándolo a una computadora.

La Mutualida Argentina de Hipoacúsicos diseñó una prótesis auditiva de bajo costo.