Grandecita y forzuda

Pesas: Nora Kopel comenzó a los 25 años y ya lleva dos Juegos Olímpicos

Rodolfo Parody / La Capital

Con dos Juegos Olímpicos y un diploma conseguido por el 8º puesto en Sydney 2000, la tucumana Nora Koppel es la principal referente nacional de pesas. Lo llamativo es que comenzó en la actividad de grande, nada menos que con 25 años. Ni los pronósticos agoreros de que no llegaría demasiado lejos le hicieron bajar los brazos. Se convirtió en deportista de elite y ahora, con 32, tiene metas ambiciosas como el Mundial de Qatar y los Juegos de Beijing 2008.

"Cuando clasifiqué a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 hacía solamente tres años que me dedicaba a las pesas. Esa fue mi primera gran alegría y una sorpresa. Siempre tuve el sueño de llegar a las Olimpíadas, pero no esperaba que fuera tan rápido", declaró Nora a Ovacion, una vez que concluyó la sesión de entrenamiento en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Rosario, ciudad a la que se acerca periódicamente "para cambiar cada tanto el aire de Buenos Aires".

La pesista reseñó que su primer contacto con el deporte fue al realizar un curso de preparación física con Horacio Anselmi (ex entrenador del seleccionado nacional de pesas). Entonces decidió "empezar en Boca con Sergio Parra, que es mi actual entrenador".

"Hasta ese momento había practicado muchos deportes, sobre todo gimnasia deportiva desde los 5 hasta los 20 años, y atletismo. Toda esa actividad me dio una base para dedicarme a las pesas", explicó.

Nora dejó en claro por qué su predilección, casi una declaración de su forma de ser. "Las pesas dependen mucho de uno mismo. Lo que me gusta es que cada día te esforzás un poco más y notás ese progreso", comentó. A su vez explicó el desafío que persigue desde sus inicios: "Con mi entrenador, la idea fue empezar de a poco y realizar cosas que nadie hizo, para ir marcando un camino. Es que a uno le gusta liderar en lo que ama".

En los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 ocupó el 8º lugar. "Fue algo muy grosso" y el punto de partida de mi carrera", manifestó. También reconoció que la prueba no tuvo la máxima jerarquía (compitieron 13 pesistas). "Era la gran posibilidad de conseguir un diploma pese a que yo no tenía tanto nivel".

A partir de Sydney su carrera fue en ascenso. En los Juegos Odesur cosechó tres medallas (oro en envión y total olímpico, y plata en arranque), en los Juegos Panamericano de Santo Domingo se ubicó en segundo lugar y en el Panamericano de Cali alcanzó la clasificación para los Juegos Olímpicos de Atenas, con récord de campeonato en envión. "Fue una gran sorpresa alcanzar esa marca. Además quedé entre las 10 mejores del mundo".

Sus segundos Juegos Olímpicos fueron una realidad. "Esperaba clasificar a Atenas, y por qué no, también conseguir un podio. Pero eso ya era más difícil. El nivel fue mucho más alto con respecto a Sydney. Encima decidí subir dos categorías por mi contextura física y ahí se requiere ser mucho más fuerte. Al final quedé novena y ranqueada mundialmente en la misma posición. Ese puesto es mucho más real que lo que ocurrió en Atenas, cuando logré el octavo lugar pero en el mundo estaba 15ª", dijo con sinceridad.

Para demostrar que sigue en alza, en su último torneo en Rosario superó los récords panamericanos en envión, arranque y total olímpico, pero los registros no fueron homologados porque deben realizarse en una competencia internacional.

Por delante, Nora tiene este año el Panamericano en Estados Unidos, clasificatorio para el Mundial de Qatar (Emiratos Arabes). "La meta es mejorar mis marcas. Siempre trabajo para el podio", dijo. Tampoco obvió de la charla los próximos Juegos Olímpicos en Beijing 2008. "Estoy esperanzada para ir a China. Por qué no si estoy sana, tengo ganas y fuerza".