| miércoles, 30 de marzo de 2005 | Declaraciones del ministro de Salud He leído las declaraciones del llamado ministro de Salud de la Nación donde, olvidando su condición de médico y su juramento hipocrático, reniega de la protección de la vida y promueve el aborto. He leído el texto completo de la carta que monseñor Baseotto le remitió a dicho ministro y solamente una supina ignorancia de los textos evangélicos o una marcada mala fe pueden comparar las palabras de Jesucristo, citadas textualmente por el obispo castrense, con una reminiscencia de los llamados vuelos de la muerte. Por estos tiempos el olor a muerte y a silencio solamente proviene del gobierno de turno que, al mejor estilo "fidelcastrista", se da el lujo de romper de modo unilateral el concordato con la Santa Sede y nos deja pagando a todos los argentinos. Aquí los únicos que han hablado de muerte son: Ginés González García promoviendo el aborto y Alberto Fernández, quien ha avalado los dichos del ministro de Salud y la decisión del decreto presidencial que cesanteó al señor obispo castrense. Es evidente que en el gobierno nacional y en algunos ministros del gobierno provincial (el de Salud, por ejemplo) campea la cultura de la muerte, porque se olvidan que el aborto sigue siendo un delito y que promoverlo es hacer apología del delito. El presidente se cree César Augusto y sus ministros los senadores romanos. Pero todo tiene su costo y somos millones los argentinos que no vamos a olvidar estas actitudes. Y octubre está muy cerca.
Isabel María Eva Farías,
DNI 12.300.300
enviar nota por e-mail | | |