| domingo, 27 de marzo de 2005 | Tibieza charrúa: Córdoba no pudo ante un pobre Flandria Elbio Evangeliste / Ovación Hace cinco partidos que Córdoba no pierde, pero sacó siete puntos en las últimas nueve jornadas (jugó siete partidos ya que uno quedó libre y el otro lo tiene pendiente ante Platense). Muchas veces domina el juego y merece ganar, pero el espíritu resultadista le cae con todo el peso de los números. Siempre hay un pero... Y así transcurre la suerte charrúa en el Clausura. Con las chances matemáticas de entrar en el reducido final, pero dejando en claro que jugando de esta manera le va a costar mucho. ¿Ayer pudo ganar? Seguro que sí. Pero... Le costó horrores y por eso no lo hizo. Así, la época de vacas flacas sigue a la orden del día. Es que en un partido ganable desde cualquier ángulo que se elija para analizarlo, el equipo de Tablada falló y terminó repartiendo puntos (0-0) ante un tibio Flandria.
Y si esa tibieza del equipo de Jáuregui no pudo ser contrarrestada de la manera correcta fue porque del otro lado las ideas no abundaron. Claro que en medio de tanta chatura, Córdoba generó las mejores chances, pero no lo suficientemente claras como para no poder dormir pensando en los dos puntos que se escaparon.
Si las proyecciones de Martín Rodríguez fueron el arma principal en el primer tiempo y en el segundo el lateral no cruzó la mitad de la cancha, si teniendo enfrente dos centrales muy altos y los recursos más utilizados son los centros (frontales o desde los costados), si Rodríguez salió debido a que Córdoba estaba con un hombre de más, pero su lugar fue ocupado por Farré, si a diez minutos del final, con superioridad numérica, la línea de cuatro se quedó clavada en el fondo para marcar a un sólo delantero... Si todo eso ocurre -como ocurrió- se está en presencia de un rendimiento pobre.
Claro, después el punto podrá ser tomado como importante, pero no es malo recalcar la pobreza del "peor Flandria que vino a Rosario en los últimos 25 años", tal como lo sintetizó un plateísta. Ese mismo que, a minutos del final, ironizó pidiendo a los gritos que se metieran todos atrás para que no se escapara "el puntazo" que se estaba logrando.
Ejemplos al margen, es cierto que Di Fulvio lo tuvo en un par de ocasiones y que la suerte le fue esquiva, que Marinelli se corrió todo, aunque le faltó claridad, que Córdoba manejó la pelota y los tiempos del partido, aún con un Cantero desconocido. Que el resto fue todo voluntad y más voluntad.
Si nadie se acordó de la victoria del pasado miércoles ante Laferrere. Ayer todos se fueron con algo de bronca, silbando e insultando (ver aparte) tras una puesta en escena demasiado chata. Con dos actores que no estuvieron a la altura de las circunstancias. Entendible lo de Flandria, que nunca se sonrojó cuando le tuvo que pegar a cualquier lado con la intención de llevarse lo que vino a buscar (el punto). Lamentablemente también entendible lo de Córdoba, pero no por conformista, sino porque mostró una vez más que todavía le falta para enderezar el rumbo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Avila puntea la pelota. A Córdoba le faltó. | | |