| domingo, 27 de marzo de 2005 | Greenspan mueve las tasas y altera los mercados emergentes La amenaza de la inflación en Estados Unidos provocó la advertencia de la FED sobre nuevos aumentos Salvador Di Stefano SALVADOR DI STEFANO
La inflación amenaza a Estados Unidos y la presión de los precios hizo que la Reserva Federal de Estados Unidos no sólo aumentara la tasa un cuarto de punto colocándola en el 2,75% anual sino que avisara que en las próximas reuniones dicha tasa volvería a modificarse por las expectativas de inflación. De aquí a fin de año quedan seis reuniones, si proyectáramos una suba de un cuarto de punto en cada reunión la tasa de corto plazo quedaría en el 4,25% anual y esto derrumbaría a los mercados emergentes.
El panorama internacional cambió y esto transformó las expectativas alcistas en bajistas. Lo que sucede es que el mercado descontaba que la tasa de corto plazo se ubicarían en 3,5% para fin de año y la tasa de largo plazo en el 4,75% anual, hoy se espera 4,25% de corto plazo y 5,5% de largo plazo y esto cambia todas las ecuaciones económicas.
En nuestro país el índice Merval deberá olvidarse de las proyecciones a 1.800 puntos que hicieron algunas analistas para convivir con un piso en 1.300 puntos siempre y cuando se contraiga el volumen de negocios, si esto no sucede la baja nos podría llevar al amplio rango de 1.000-1.200 puntos.
Los nuevos bonos par y con descuento podrían cotizar el 1º de abril próximo por debajo del valor que tenían a la hora de cerrarse el canje, y la mayoría de los títulos argentinos retrocederían fuertemente con excepción de los bonos en pesos actualizables por CER que se benefician por la inflación.
En este escenario negativo para las economías latinoamericanas nuestro país no quedaría al margen y lo importante es saber si a futuro, con las nuevas tasas de descuento de la economía internacional, nuestro país podrá tener una inversión acorde con las tasas de crecimiento.
Por ejemplo si en los próximos años Argentina no tiene una inversión superior al 20% del PBI será muy difícil pagar la deuda pública y cumplir con los organismos financieros internacionales, como también mantener el actual nivel de inflación y actividad económica.
La suba de la tasa no resulta un tema menor y hay que tener presente que una tasa creciente implica un dólar más alto y menos competitividad de nuestra economía a escala internacional, ya que contamos con un tipo de cambio fijo contra el dólar.
En el plano doméstico consideramos que en los próximos meses el BCRA podrá controlar la inflación gracias a un efecto combinado de mayor austeridad con el gasto público, fuerte suba de los ingresos tributarios y alto superávit fiscal que se aplicara a la compra de divisas. Por otro lado el BCRA saldrá a absorber pesos colocando letras y subirá la tasa de interés. Ambas medidas frenaran la actividad económica, pero tendrán como efecto secundario una desaceleración en la suba de precios, por ende podríamos pronosticar que la inflación del trimestre abril, mayo y junio será inferior a la observada en el primer trimestre del año.
El dólar no bajará como muchos pronosticaban sino que se mantendrá en la banda 2,90-3,00 hasta el mes de junio, producto que el gobierno desea un tipo de cambio real alto.
En resumen, de cara al segundo trimestre del año tendremos dólar tranquilo en la banda 2,90-3,00; inflación en plena desaceleración; tasas de interés nominales en aumento, bonos arbitrando a la baja por la suba de la tasa de interés internacional y un mercado accionario buscando un piso en la zona de los 1.300 puntos o en la banda de los 1.200-1.000 puntos. Por ahora lo mejor es estar afuera de la renta variable e ir posicionándose en la renta fija, por ejemplo hay bonos de empresas americanas que ya están mostrando retornos del 8% anual en dólares, una mercadería que no es para desaprovechar, por lo tanto con este costo de oportunidad en el exterior parece difícil que arriben capitales en masa a la República Argentina al menos en el corto plazo. enviar nota por e-mail | | |