Incrementos. La CTA y la CGT coinciden en rechazar la subas por productividad como plantea el ministro de Economía

Duhalde se alineó con Lavagna y se reaviva la discusión salarial

El ex presidente consideró "sensata y prudente" la actitud del gobierno. Los gremios anticipan medidas de fuerza

La discusión sobre cuál es la variable a tomar en cuenta para fijar los incrementos de salario se recalentó en las últimas horas y abrió una nueva brecha en el propio oficialismo, entre quienes acuerdan con el ministro de Economía Roberto Lavagna -que prefiere adoptar el parámetro de la productividad- y los que creen que es el presidente Néstor Kirchner el que debe fijar la política salarial en la Argentina.

El ex presidente Eduardo Duhalde salió a respaldar la gestión del ministro Lavagna y coincidió con él en atar los incrementos salariales a la productividad de los distintos sectores y no al costo de vida.

Así, Duhalde se ocupó de elogiar la "sensatez y prudencia" con la que el gobierno maneja este tema.

Este respaldo del ex mandatario a quien fuera su último ministro de Economía surgió en medio de fuertes críticas desde todos los frentes gremiales a las declaraciones de Lavagna sobre que un incremento salarial podría desatar inflación.

En coincidencia con las expresiones que virtió esta semana la CGT tripartita, ayer la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que conduce Víctor De Gennaro, salió a reclamar la recuperación "el salario perdido" y una discusión en torno a la distribución de los ingresos.

De todos modos, De Gennaro se diferenció de la metodología de reclamo de la CGT y remarcó que mientras esa central sindical estudia medidas de fuerza, la CTA "no amenaza" con un paro sino que llevará adelante una semana de protestas del 4 al 8 de abril.

El abogado laboralista de la CGT, Héctor Recalde, señaló que "ya fracasó en la Argentina", la experiencia de atar la discusión salarial a la productividad tal como lo sugirió Lavagna e indicó que la postura del ministro "torna más difícil todavía" la discusión por la recuperación salarial.

Recalde criticó al ministro por haber marcado esa posición "en vez de dejar que en todo caso los actores sociales jueguen con libertad en la negociación".

Los temores de un posible brote inflacionario que surgieron luego de que en febrero la inflación alcanzara el 1%, más de lo esperado por el gobierno y sumara 2,4% en sólo dos meses.

Ante esto, desde Economía encendieron la luz de alerta respecto de cómo podría impactar en los números previstos un posible incremento de salario que la cúpula de la CGT estaba negociando con la Unión Industrial Argentina.

Los gremios aseguran que se torna aún más difícil la discusión con las empresas cuando el propio titular de la cartera económica dice públicamente que se debe ajustar a la productividad y no a los acuerdos entre sindicatos y empresas.

Sin embargo, la pulseada que ayer se recalentó desde el sector sindical y apuntó directamente a Lavagna fue contrarrestada por Duhalde quien coincidió con la postura adoptada por el ministro.

"No puede repartirse lo que no se produce" y plantear que "hay que repartir la riqueza que se va produciendo y es un proceso de relojería en la que el gobierno tiene la intención de ir mejorando el ingreso de los trabajadores", dijo Duhalde.

"Creo que hay que seguir trabajando con la prudencia con la que se está trabajando. El gobierno no está del lado de los que no quieren que los trabajadores ganen bien ni de los que no quieren que se reparta mejor la riqueza", afirmó el ex mandatario.

En defensa de la política salarial, Duhalde destacó que "el gobierno está permanentemente hablando de estos temas, buscándole la forma de poder ir llevando adelante el proceso" de recuperación del salario y destacó que se produjeron incrementos en los ingresos de los trabajadores en los últimos años.

Duhalde también apuntaló a quien fue el último ministro de Economía de su gobierno y continuó en la gestión de Néstor Kirchner, al destacar que se debe avanzar "en la medida de las posibilidades" a lo que agregó: "Es un tema que el gobierno tiene que manejar con prudencia y con sensatez".

También a favor de Lavagna se encolumnó el piquetero de la Corriente Clasista Combativa (CCC) Juan Carlos Alderete, quien si bien dijo que el ministro "no ha hecho cosas para los trabajadores, para el pueblo", sí "ha hecho bien los deberes".

Alderete estimó además que Lavagna, a quien señaló al ministro como el postulante para la presidencia del 2007 "más potable para el duhaldismo" y por ende posible rival de Kirchner, está garantizando "la estabilidad del gobierno" al ir frenando el alza inflacionaria.


Los errores del pasado
Para Recalde discutir subas salariales por productividad "implicaría resignar la discusión sobre el pasado", porque desde 2001 "se registra una pérdida del poder adquisitivo de entre el 15 y el 30 por ciento", dijo el abogado de la CGT.

En este marco, Recalde admitió que "los que ganan en una carrera precios-salarios son los precios", y planteó que a la par de la estrategia para que el país crezca debe analizarse "mientras tanto, cómo se reparte lo que tenemos".

También De Gennaro marcó una línea similar y puntualizó que los reclamos de aumentos salariales apuntan a "recuperar el salario perdido", y desvinculó ese proceso de la inflación "que tiene mucho que ver con los formadores de precios".

"La inflación tiene mucho que ver con formadores de precios. No es un problema matemático, ni económico ni estructural sino un problema de negocios", destacó.

En este sentido, De Gennaro se quejó por entender que existe "una decisión tomada de favorecer a los grandes grupos y, en vez de poner la lupa sobre los 200 formadores de precios, se ataca a los trabajadores".

El sindicalista criticó el hecho de que, según su opinión, "el verdadero ministro de Trabajo vuelve a ser siempre el ministro de Economía".

A la cruzada anti Lavagna también se sumó el piquetero de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), Luis D'Elía, también cuestionó al ministro de Economía y expresó: "Coincido con Moyano: tiene que haber un aumento de salarios".

D'Elía manifestó: "Nos llama la atención que Lavagna se haya enojado por el boicot al aumento de precios de combustibles" convocado por el propio presidente, Néstor Kirchner".

Lavagna fue el centro de la discordia.