| miércoles, 23 de marzo de 2005 | Escuela Claret Una vez más, episodios como el del alumno de la Escuela Claret desnudan nuestra profunda hipocresía. Nos quedan diversos interrogantes aunque el nudo de la cuestión sea casi insalvable: ¿cómo mejorar la educación? ¿Es cierto que la composición no sólo fue recibida por la profesora, sino también por la supervisora? (¿La habrán leído?) Es cierto que el alumno debía 5 años de matriculación? ¿Es cierto que hicieron una compulsa firmada a todos los profesores para que den su opinión al respecto? ¿Alguno habrá contestado sin mentirse? ¿Por qué nadie responsable aclaró el tema con los medios? Así nos manejamos los argentinos. Por no cambiar estamos como estamos. De mi parte, sólo me queda decir que, aunque el cuerpo de profesores y maestros pueda ser excelente, no mandaría a mis hijos a esa escuela con tales directivos y política educativa.
Andrea Negro, DNI 23.802.011
enviar nota por e-mail | | |