| domingo, 20 de marzo de 2005 | Chubut: Unico pueblo alguero En Bahía Bustamante recolectan algas marinas, crían mejillones y atienden al turismo La localidad chubutense de Bahía Bustamante es el único pueblo alguero de la Argentina, donde unos cuarenta habitantes dividen su tiempo entre la recolección de algas marinas, la cría de mejillones y la atención del turismo. Al recurso logrado con los productos de mar ahora los pobladores agregan el del turismo, dado que desde hace un tiempo comenzó el arribo de visitantes en su mayoría extranjeros.
Los turistas encuentran naturaleza virgen, un apostadero de 4.000 lobos marinos, una colonia de 50 mil pingüinos, 22 especies de aves, un bosque petrificado y playas de arena blanca rodeadas de rocas coloradas.
Bahía Bustamante es el emprendimiento iniciado en los •50 por Lorenzo Soriano, que buscaba ciertas algas para seguir fabricando un fijador de cabello. No encontró lo que buscaba pero descubrió un alga marina agarífera, que contiene agar-agar, del que se obtiene una gelatina vegetal usada en la elaboración de alimentos.
Soriano comenzó a exportar algas a Japón lo que facilitó la construcción de una planta en la ciudad de Gaiman, donde hoy trabajan cien personas.
Matías Soriano, uno de los nietos de Lorenzo, estimó que "por año se pueden extraer unas mil toneladas de algas secas". Hay tres formas de cosechar: una es levantar las que llegan solas a la playa; otra por lancha, que se recogen con redes, y la tercera por buceo, que es el medio que se usa para sacar un tipo de algas que queda atrapada en sitios profundos.
Desde que entra a la fábrica -agregó Soriano- hasta que sale en forma de polvo, el proceso completo suma cuarenta horas; luego se envasa y se la envía a Buenos Aires para su comercialización.
Construcción del pueblo En los •60 Lorenzo Soriano comenzó la construcción del pueblo de Bahía Bustamante. El pueblo albergó 400 trabajadores, que con sus familias llegaron a sumar 600 habitantes. El diseño urbanístico del lugar ubica frente al mar la hilera de casas del personal jerárquico, y detrás las de los solteros y las viviendas de los casados.
"Cuatro de las casas de los jerárquicos, frente al mar, son las que acondicionaron para recibir en total a 16 huéspedes", describió Matías, quien el año pasado junto a su hermano Gonzalo, decidió acercar la propuesta turística a las agencias de viajes. Otras derivaciones de la industria alguera es el cultivo de mejillones en Caleta Malaspina, con el sistema de cría "online". El sistema consiste en fijar en el fondo marino dos apoyos de cemento a cien metros de distancia de los que parte la soga madre que flota en la superficie sostenida por boyas. De la soga madre se cuelgan otras, de siete metros, en las que se plantan las semillas de mejillones que engordarán durante once meses.
La tarifa por día y por persona, con alojamiento, todas las comidas, navegación por Caleta Malaspina, visita al bosque petrificado y a una estancia y recorrido por sitios arqueológicos, es de 70 dólares.
Por último los ingresos aéreos son por Comodoro Rivadavia, 180 kilómetros y por Trelew, 250 kilómetros. enviar nota por e-mail | | |