Lecturas

Poemas escritos desde la intimidad

Lisandro González

Jorgelina Paladini comenzó a publicar poesía en 1995, y en septiembre del año pasado publicó su quinto título, "Habitando insomnios". En este libro nos presenta poemas escritos desde la intimidad, en una zona personal, pero donde lejos de abrumarnos con un yo que grita, esboza miradas sutiles y delicadas -"despojada de mí", nos dice en el poema "Personajes sin rostros".

Es acertadamente descripta esta poética cuando Ana María Russo señala en el prólogo que estamos frente a una "poesía intimista, sin alardes, de un tono casi confidencial".Y es esa intimidad del poeta la que parece reflejar Paladini cuando dice: "el espacio le pertenece/ y, sin embargo,/ detiene su vuelo/ sobre la copa del árbol/ que lo unirá a la tierra".

En estos poemas se traza un recorrido desde determinadas cosas, entre ellas la casa-hogar, que se vuelven un espacio personal y símbolos: "algo de mí/ late en la piel/ de los objetos de mi casa", en un juego permanente con la ausencia -de los seres queridos o del propio ser-, donde "no hay luz/ ni voces/ que la recorran" y se adivina "la figura ajada/ que se mece en las sombras/ conjurando recuerdos".

Así entonces aparecen imágenes de intensidad, donde la mirada del poeta puede vislumbrar "efímeros habitantes/ de ese rayo de sol/ que entra por mi ventana". Pero esa serenidad también puede tornarse un sacudón violento, como cuando se ve a la palabra como un "latigazo imprescindible/ aliento que alimenta/ y estremece".

Los textos de este libro están permanentemente atravesados por la tensión entre la fugacidad y la trascendencia, entre "caricias invisibles/ calor de cuerpos/ que desafían al olvido". Y en ese camino de reflexión Paladini se proyecta al momento cuando "la vida/ -o la muerte-/ amalgama imágenes fugaces/ que se desvanecerán conmigo/ cuando yo también sea sólo/ una figura en sepia".

El título de la obra no refiere al insomnio patológico, sino a esa zona particular del tiempo, donde el ser humano puede volverse sobre sí con cierta paz, que justamente se pretende habitar -y conquistar. Son precisas las palabras de Ana María Russo al señalar que "más que un momento del día, más que la imposibilidad de acceder al reposo, es el largo momento de estar vivo lo que conduce a la autora a permanecer en vigilia".

Y así, se despliega plenamente la noche -que en estos textos se refleja fundamentalmente en una nocturnidad de puertas adentro-, sobre la que tan bellamente Raúl Gustavo Aguirre dijera: "el lujo de la noche es la inmensa libertad". Y Paladini se vuelve con levedad sobre sí en medio de ese lujo, para ofrecernos los poemas de "Habitando insomnios".

Jorgelina Paladini, la autora.