| domingo, 20 de marzo de 2005 | Piden que se vuelva a conectar a la mujer que lleva 15 años en coma Por una orden judicial, Terri Schiavo se mantiene sin la sonda que le suministraba alimentos y líquidos Los líderes legislativos norteamericanos dijeron ayer que llegaron a un compromiso que facultará a las autoridades federales decidir la suerte de Terri Schiavo, la mujer que lleva 15 años en coma profundo y que por segundo día se mantenía anoche sin estar conectada a la sonda que le suministraba alimentos y líquidos, en la ciudad de Miami, estado de Florida.
Cuatro manifestantes fueron detenidos después que intentaron llevar simbólicamente pan y agua a Schiavo y su madre pidió ayuda a los políticos que interfieran para salvarla. "Reímos juntas, lloramos juntas, sonreímos juntas, hablamos juntas", dijo Mary Schindler a la prensa mientras los partidarios de mantenerla conectada a la sonda mantenían una vigilia frente al hospicio donde es atendida. "Por favor, por favor, salven a mi niña", exclamó la mujer.
Los líderes legislativos anunciaron un compromiso que permitirá que el caso de la paciente comatosa pase a los tribunales federales, que podrían autorizar la reinserción de la sonda. El proyecto de ley podría ser considerado hoy, dijo el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, el republicano Tom DeLay.
"Deberíamos investigar toda posibilidad antes de que terminemos con la vida de un ser humano. Es lo menos que podemos hacer por ella", dijo DeLay.
La medida retiraría la suerte de Schiavo de los tribunales del estado de la Florida, uno de cuyos jueces ordenó anteayer retirar el tubo que alimentaba a la paciente, permitiendo a los padres de Schiavo presentar sus peticiones a un juez federal. DeLay dijo que con ello seguramente el tubo será reinsertado "mientras dure el proceso de apelación".
"Algo de paz" Anteayer, un juez ordenó retirarle la sonda que había mantenido viva a la paciente durante más de una década, y los médicos así lo hicieron, como había pedido su esposo, pese a los intentos de último minuto de los legisladores republicanos por mantenerla viva.
Schiavo, de 41 años, podría vivir entre una y dos semanas sin la alimentación artificial. Aunque la mujer no puede comer ni beber, quienes intentan mantenerla viva dijeron que era una acción de valor simbólico.
Un portavoz de los padres de Schiavo, Paul O'Donnell, dijo posteriormente a la prensa que ellos no quieren que las personas que apoyan a la familia incurran en desobediencias civiles en nombre de su hija. "La familia pide que las protestas sean pacíficas", declaró O'Donnell, un monje franciscano.
El esposo de Schiavo sostiene que Terri no quería que la mantuvieran con vida artificialmente. Permaneció a su lado poco después que los médicos le quitaron la sonda, en las primeras horas del viernes.
"Sentí como si algo de paz llegara a Terri", declaró Michael Schiavo. "Sentí que finalmente ella iba a tener lo que quería, y estar en paz y con el Señor".
La retirada de la sonda indica que podría acercarse el fin de una larga disputa entre el esposo de Schiavo y sus padres, católicos devotos. Los padres quisieron que Michael Schiavo dejara de ser el guardián legal de su hija y continuar la inserción de la sonda que la mantuvo viva más de quince años. Sostienen que su hija ha sonreído, llorado, y respondido a sus voces. Los médicos declararon que su lesión cerebral es tan severa que no existen esperanzas de que recupere su capacidad cognitiva.
El juez a cargo del caso falló en favor del esposo de la descerebrada y rechazó el pedido realizado por los abogados de los legisladores de retrasar la remoción de la sonda.
Schiavo sufrió el daño cerebral en 1990, tras un paro cardíaco. Puede respirar por sus propios medios, pero necesita ser alimentada e hidratada artificialmente para permanecer viva. (AP) enviar nota por e-mail | | |